Gritaron artista a Jokin Altuna

. Jokin Altuna acababa de firmar el 8-15 gracias a un gancho perfectamente marcado cuando dos pelotazales riojanos le gritaron «artista» desde las gradas repletas de público del Adarraga de Logroño. Fue quizá el tanto más bonito de la victoria por 13-22 ante Julen Retegi que le sitúa en semifinales del Torneo San Fermín del cuatro y medio. El finalista de Aspe saldrá del choque de mañana entre el amezketarra y Joseba Ezkurdia en Sopelana. Quien tiene asegurada la presencia en la final del próximo jueves en el Labrit de Pamplona es Mikel Urrutikoetxea por la rama de Asegarce. Podría darse incluso un partido entre dos manistas navarros en una cita reservada este año para los representantes de esa comunidad.

Altuna III dominó con solvencia y autoridad a un Julen Retegi que no jugaba desde el 22 de mayo, primero por un problema de manos y después por las vacaciones de los pelotaris. Tras más de un mes alejado de las canchas, reaparecía ante un rival que venía de encadenar tres triunfos consecutivos. Ya tiene el cuarto.

Está en racha. Ha adquirido confianza, los resultados le acompañan y ha sido capaz de eliminar primero a Iker Irribarria y anoche a Julen Retegi. Buen bagaje.

Tres faltas de saque de Julen

Además, tres faltas de saque cometidas antes del primer descanso obligado mediatizaron la actuación de Julen Retegi. Las hizo de todos los colores. La primera, en el 2-4, se le escapó larga. La segunda, en el 3-7, consistió en un piedre al golpearle la pelota en la espalda de vuelta del frontis. Y la tercera, la del 5-12, se le quedó corta. Si ya vienes corto de confianza...

Jokin Altuna le jugó largo y le movió. Volvió a demostrar dominio de la distancia. Si nadie le obliga, se mueve como gato panza arriba. Aprovechó el desconcierto inicial del adversario para escaparse 3-11 en un Adarraga convertido en horno debido a la alta temperatura reinante. El termómetro alcanzó los 33 grados y ya en el telonero Beñat Rezusta sufrió un golpe de calor durante el primer descanso. Pudo continuar.

Un par de errores de Altuna y varias dejadas bien ejecutadas por Julen Retegi propiciaron una aproximación en el electrónico. Se pasó del 8-17 al 12-17. No llegaron a encenderse las alarmas. El delantero de Amezketa mantuvo el control y la serenidad.

Capítulo aparte merece el frontis del Adarraga. Desconchado en algunas zonas, dos pelotazos de Altuna -uno de ellos, su falta de saque- cayeron a plomo de forma inesperada e ilógica. Urge un arreglo.