Piden que se cree un corredor ecológico litoral entre Donostia y Biarritz
El área propuesta por Oceana y el Colegio de Biólogos de Euskadi ocuparía unas 27.000 hectáreas y albergaría un millar de especies
ANE URDANGARIN. DV. SAN SEBASTIÁN
Miércoles, 14 de abril 2010, 19:02
Un corredor marino ecológico vasco con cerca de un millar de especies y más de un centenar de hábitats diferentes. Es la propuesta que han realizado Oceana y el Colegio de Biólogos de Euskadi, que han presentado en el Aquarium de San Sebastián un informe científico que recoge la riqueza del tramo marítimo entre San Sebastián y Biarritz y la necesidad de que sea protegida.
La conclusión del estudio es que la parte marina de los acantilados de Jaizkibel-Ulia, la desembocadura del Bidasoa, las bahías de Txingudi y Hondarribia, la costa rocosa frente a Hendaia y Sokoa y los acantilados entre San Juan de Luz y Biarritz podrían formar un corredor ecológico.
El área propuesta para su protección representaría unas 27.305 hectáreas marinas, si se les sumara las casi 13.000 hectáreas de Jaizkibel-Ulia. Esto daría lugar a uno de los corredores ecológicos "más diversos e importantes del Atlántico Europeo", con medio centenar de especies protegidas, como la marsopa, el delfín mular, la anguila o la esponja común, y una docena de comunidades y hábitats de interés internacional repartidos a lo largo de 35 kilómetros.
Con este trabajo, sus impulsores realizan una aportación al proceso de designación de la Red Natura 2000 en el medio marino vasco, para la cual piden mayores esfuerzos de conservación.
Un millar de especies
"El mar Cantábrico es una de las zonas europeas que menos zonas protegidas tiene, por lo que es necesario un impulso para adecuarlo a los acuerdos y legislaciones europeas e internacionales", ha señalado Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa.
El decano del Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi (COBE), Jon Ander Etxeberria, lamentó que "la Red Natura 2000 marina no está representada en el sur del País Vasco. No se han designado lugares para la protección de hábitats como los arrecifes o las cuevas submarinas, ni para especies como el delfín mular o la lamprea marina. Una área protegida en la zona de Jaizkibel-Ulia subsanará estas deficiencias".
El informe, que se ha realizado tendiendo como 'base' el catamarán de investigación 'Oceana Ranger', describe además de casi un millar de especies y más de un centenar de comunidades distintas, entre las que se encuentran varios protegidas por la directiva de hábitats de la UE y por la Convención de Oslo-París para el Atlántico Nordeste: arrecifes de gusanos poliquetos, fondos geológicos de boulders y marmitas, cuevas marinas sumergidas, algas fotófilas...