Pocos anguleros para menos angulas
El plan para recuperar la especie reduce de un año para otro a la mitad la cifra de pescadores en Gipuzkoa. Ya sólo se pesca en el Deba, el Oria y el Urola
JUANMA VELASCO jmvelasco@diariovasco.com
Sábado, 28 de noviembre 2009, 11:57
Es la una menos cuarto de la madrugada de una noche de noviembre bajo la luna nueva. En las calles de Orio no se oye ni un alma. La mitad del pueblo está bajo un manto de densa niebla y comienza a hacer frío. De repente, algo se mueve en la oscuridad de la ría. Como salidos de la nada, en el agua comienzan a moverse un puñado de embarcaciones con extraños aparatos que parecen alas de mosquito gigantes. La tenue iluminación que les acompaña les da un aire fantasmagórico. Pero no hay nada que temer. Son los anguleros y, lo que parecen alas, son los cedazos que utilizan para la pesca.
Movidos por una tradición que se pierden en el tiempo, los anguleros salen estos días a la oscuridad de las rías de Gipuzkoa en busca del tesoro más preciado: unos gramos de angulas -un kilo o dos, si hay mucha suerte-. Su venta oficialmente está prohibida, aunque nadie niega que existan transacciones entre particulares.
No corren buenos tiempos ni para la angula ni para los anguleros, a pesar de que el jueves una pescadería donostiarra vendió a un restaurante el primer kilo de angulas de Aginaga por 780 euros, como adelantó este diario. Los aficionados saben que son cada vez menos y que les costará más dar siquiera con unos gramos de angulas. Conocen que las instituciones vascas han puesto en marcha un plan para recuperar la anguila y sus alevines ante la delicada situación de la especie en toda Europa. La sobrepesca, la contaminación y las barreras que encuentran a la hora de remontar los ríos tienen mucha culpa del declive de la especie.
Entre otras medidas, en los estuarios vascos se ha prohibido la pesca de la anguila de tamaño superior a los 12 centímetros y se ha recortado sensiblemente la de los alevines o angulas. En este apartado, se ha reducido en dos meses y medio la temporada de pesca, que ahora se prolonga del 15 de noviembre al 31 de enero; se ha limitado el máximo de capturas diarias por pescador (dos kilos);y los requisitos para acceder a las licencias son más estrictos que nunca.
Este año no se ha expedido ninguna licencia. Sólo ha habido renovaciones y se ha mirado con lupa que el pescador entregara el libro de capturas diarias del año anterior. «Queremos bajar la presión pesquera», explican fuentes del Departamento de Pesca.
Estas nuevas medidas han acelerado el descenso de la cifra de aficionados, ya en declive desde que en 2003 se prohibiera la venta y desde que hace tres años se empezara a cobrar por las licencias. De hecho, de un año para otro, el número de licencias para la pesca de la angula en los ríos de Gipuzkoa se ha reducido a la mitad y son la tercera parte de las que se tramitaron en 2005. Este año se han expedido 224 (184 para la pesca desde tierra y 40 desde embarcación, que concentra las mayores capturas).
A pesar de lo que pudiera parecer, la mayoría de los anguleros entienden las medidas tomadas. Fueron informados y consultados antes de poner en marcha los recortes. «Somos conscientes de que hay que hacer algo para que se recupere la especie y podamos seguir pescando en el futuro», asegura un incondicional angulero de Orio.
Adiós al Bidasoa
Este año, la lista de ríos anguleros también se recorta. Sólo quedan el Oria y el Urola - donde se puede obtener licencia para pescar desde tierra o en embarcación- y el Deba -donde únicamente se permite pesca desde tierra-. El Bidasoa deja de ser desde este año río angulero. Los problemas de las aguas de jurisdicción compartida y las escasas licencias que se expedían en los últimos años -el año pasado sólo 6 para la pesca desde tierra- han llevado a las autoridades a no dar licencias. Como quiera que el plan de recuperación de la especie impide dar nuevas licencias, en la práctica, el resultado es que se prohíbe la pesca de la angula en el Bidasoa, antaño un río tradicionalmente angulero.
La caída de la cifra de pescadores ha ido paralela a la de capturas. Aunque hasta 2003 no existe registro alguno de las capturas, los pescadores más veteranos aseguran que la entrada de angulas en las cuencas guipuzcoanas «hace 20-30 años era mucho mayor que la actual». En los últimos tiempos, sirvan como valores de referencia los 1.029 kilos pescados en 2005/2006 en los ríos de Gipuzkoa o los 590 kilos de 2006/2007.
Venta ilegal
Desde 2003, está prohibida la venta de las angulas que se pescan en el País Vasco. Otra cosa es la realidad. A nadie se le escapa que hay aficionados -las licencias que se entregan son de pesca deportiva- que venden parte de sus capturas a particulares, restaurantes, pescaderías... «Aquí no hay profesionales de la angula, pero sabemos que parte de lo que se pesca se vende, aunque no son grandes cantidades. Es un mercado muy complicado de controlar porque no se puede demostrar esa transacción», explica un inspector de pesca del Gobierno Vasco. En la actualidad, el kilo de angula en vivo se estaría vendiendo a 300 euros (cuando cuece hay una merma de peso).
Hasta 2003, las empresas de comercialización de angulas de Gipuzkoa compraban directamente a pescadores locales, aunque más del 95% de los alevines que gestionaban se importaban «de zonas de mayor producción como Francia, el Delta del Ebro, el Guadalquivir». En la actualidad, los viveros de Gipuzkoa trabajan «exclusivamente» con producto importado. «Se compra en vivo para engorde y luego se exporta a Japón -el mercado más importante-, a Alemania, Países Bajos y Valencia», asegura el inspector de pesca.
Reintroducir la especie
Junto a las medidas que recortan la presión pesquera, el plan de recuperación de la especie puesto en marcha por el Departamento de Pesca y las diputaciones de Gipuzkoa y Vizcaya, en colaboración con científicos y pescadores, contempla otras acciones.
Algunas de ellas, ya se han puesto en marcha. Es el caso de la eliminación de obstáculos en los ríos anguleros -presas, pequeñas centrales hidroeléctricas...- que dificultaban que los alevines remontaran el río para poder madurar y convertirse en anguila.
Otras medidas, como la repoblación, están en fase de estudio. «Es algo que ya se está haciendo en ríos de la Comunidad Valenciana. Allí se pide a los pescadores que donen un porcentaje de las capturas en torno al 10% para que haya una reintroducción de la especie y se consiga que lleguen a individuos adultos. Si no tenemos anguilas en los ríos, en el futuro no habrá angulas», explica el inspector de pesca.