«Correr junto a los ciclistas que veía desde el coche con mi aita es como estar dentro de un sueño»

– ¿Qué sensaciones está viviendo participando en una prueba World Tour y en casa?

– Estoy muy ilusionado con poder correr aquí y también contento con el inicio de temporada que llevo. Pero voy poco a poco, todavía dándome cuenta de dónde me meto. Poco a poco.

– ¿Cuándo le dijeron dónde iba a estar este temporada?

– No fue un momento concreto. Lo que sí recuerdo es que después del campeonato de España me dijeron a ver si quería pasar con el Kern Pharma.

– Y claro, no dijo que no...

– Eso es. Pasar a profesionales significa cumplir un sueño. Es lo que quiere cualquiera que ande en bici desde juveniles.

–¿Le ha cambiado mucho su día a día como profesional?

– Sí que es verdad que se entrena diferente en profesionales. Ahora meto más horas que antes. Las carreras son más largas y la intensidad también es mayor. Ahí ando, adaptando los entrenamientos a las horas de competición. Poco a poco.

–¿La distancia es lo que más acusa?

– Sí. Solo me acerqué un poco a los 200 kilómetros en el Tour del Porvenir, donde dos de las etapas eran de 160 y 180 kilómetros. También corrí de stagiere –profesional en pruebas–, pero aunque eran carreras más duras no eran largas. Sí que he notado un poco la mayor distancia, sí.

– En esa adaptación, supongo que no le queda mucho margen para los estudios.

– Hasta este año he estado estudiando. Estoy acabando el Grado Superior de Mecatrónica. Me quedaban las prácticas pero ya las iré dejando para más adelante, cuando tenga más tiempo y no tenga tantas carreras.

– Hizo séptimo en la vuelta de Gran Camiño a finales de febrero, y en una de las etapas más duras fue cuarto tras Valverde, Woods e Ivan Sosa. ¿Qué sintió?

– La primera sensación es la de estar en un sueño, con gente que había visto hasta entonces en la tele. Unos ídolos. Correr junto a ellos me parece una gran suerte.

– También entró en el Top20 en Estella, con una buena participación y estando en la pomada hasta muy al final. ¿Se lo empieza a creer?

– En el Gran Premio Induráin sí que pude estar ahí hasta el último repecho, donde había gente más fuerte que yo, pero lo de creérmelo... No, no. Para nada. Estoy en el principio. Estas actuaciones sí que me dan moral para seguir haciendo bien las cosas.

– ¿Qué tiene previsto para próximas fechas?

– Después de Itzulia voy a correr el Tour de Alpes, que es una vuelta dura, y luego, seguramente, Asturias.

– Ahora que sabe que su equipo ha sido invitado, ¿se ve corriendo La Vuelta?

– No me han comunicado nada al respecto todavía, pero tampoco es algo que me esté obsesionando. Todavía tengo 19 años y no tengo prisa.

– Para quien no le conoce todavía, ¿qué características diría que tiene como ciclista?

– Hasta ahora subiendo me he defendido bastante bien y también me gustan las cronos, que me han salido bien a veces. Ese camino quiero seguir.

– Escalada y contrarreloj. ¡Menudo binomio para disputar clasificaciones generales!

– No, no. Eso es más difícil, pero lo que quería decir es que me gustaría destacar en esas facetas.

– Ha dicho que le gusta la contrarreloj. Es actual campeón de España sub-23 de la modalidad. ¿Trabaja mucho con la cabra?

– Sí, intento hacerlo. La cojo bastantes veces a lo largo del año. Depende de si tengo una carrera con crono a la vista o no. Si no la tengo, cojo la cabra una vez a la semana o cada quince días. Si hay crono en mi siguiente prueba, puedo entrenar las posturas hasta un par de días a la semana. Me parece importante.

– Ya hemos hablado de que se codeó con Valverde al inicio de temporada. Podría ser, literalmente, su padre.

– Sí, el suyo es un caso especial. Con su edad, hacer lo que está haciendo es increíble. Realmente impresionante.

– Su padre, José Luis, compartió equipo con él y después fue su director.

– Sí, teniendo al aita ahí, de pe queño iba a verle, y como director también le he seguido. Algunas carreras las he hecho con él desde el coche de equipo. Siempre he estado relacionado con las bicis.

– Y en esas carreras que iba a ver ya estaba Alejandro...

– Eso es. Donde iba bastante era a la Clásica San Sebastián, estando cerca de casa. Era interesante ver el ambiente que se respira dentro de las carreras. Me di cuenta de la tensión que hay dentro del coche. Cuando vas en carrera parece que desde el coche se va más tranquilo. Pero casi es alrevés. Me vinieron bien aquellas experiencias.

– Y ya ahí dentro, no me creo que no tuviera algún ídolo.

– Sí sí, claro que lo tenía. Alejandro siempre ha sido un referente, por dónde ganaba y cómo ganaba. Ha habidos muchos más, pero él ha sido diferente.

– ¿Cuál es ese consejo que le da su padre para que no olvide?

– Como le gusta tanto este mundillo, siempre sale el tema de las carreras y hablamos de cómo va uno u otro. ¿Consejos? No. Me mira mucho cómo me entreno, si estoy descansado o no. Aparte de las conversaciones que tiene un chaval de mi edad con su padre, pues yo tengo ese tema del ciclismo por medio.

– Así que le preocupa eso de que esté descansado...

– No, no. Me dice un poco lo que tengo que entrenar y lo que no. Nadie mejor que tu padre para decirte si estás en condiciones o cómo debes entrenar.

– ¿Salen a rodar juntos?

– La verdad es que no. Durante el invierno, con el mal tiempo, a él no le apetece tanto. En verano sí salimos juntos algo más.

– ¿Firmaría repetir su trayectoria como profesional?

– Sí, claro, a cualquier ciclista le gustaría tener una carrera tan larga como la que ha hecho él. Ojalá le pueda igualar en eso.

– Pero con alguna victoria más...

– (Risas). Eso es lo más difícil. En el ciclismo solo gana uno. Con probar una vez lo que significa ganar, de momento, me conformo. A ver si llega pronto la primera victoria.

– ¿Es muy metódico?

– Sí que me gusta apuntar los datos y sensaciones, son referencias que ayudan porque si no apuntas luego no las vas a saber. Una vez en carrera, ahí sí que me gusta moverme por sensaciones. Pero en el día a día un poco metódico sí que soy.

– ¿Vienen los chavales de 19 años ahora más y mejor entrenados?

– Habrá de todo. Habrá amateurs que entrenen mucho y otros que no. En general sí que ahora se sabe más. Desde juveniles se aprende a utilizar el potenciómetro, se cuida la alimentación...

– ¿Cuándo empezó usted así?

– El mayor cambio fue al pasar a sub-23 pero en juveniles de segundo año también intentaba hacer bien las cosas y cuidarme bastante.

– ¿Se ve cerca de Ayuso o Carlos Rodríguez, con quienes ha compartido batallas?

– Ellos han demostrado que tienen un nivel muy alto. Haber podido estar en juveniles con ellos siempre te da un poco de motivación para decirte a tí mismo que por qué no puedes estar ahí. Pero cada ciclista es diferente. Nunca se sabe.

– Ellos están en estructuras World Tour como UAE e Ineos...

– Yo estoy muy a gusto en el equipo y muy contento de cómo están marchando las cosas y cómo voy creciendo. Siempre quieres ir a más e intentaré ir a un equipo World Tour pero estoy contento por cómo se trabaja en Kern Pharma. Nos transmiten sobre todo tranquilidad y que es un proyecto de ir creciendo paso a paso.

– De las juergas nos olvidamos...

– Sí, pero hay momentos para todo. Cuando empieza la temporada sabes que no es momento de estar por ahí de cenas. Cuando se puede, claro que disfruto con los amigos. Alguna juerga ha caído en invierno, después de terminar la temporada. A gusto.