Itzulia 2023
Daniel Martínez, del Ineos: «Nada está escrito en el País Vasco, una carrera muy emocional»El colombiano defiende su victoria de la última edición, aspira a lo más alto del podio y anuncia su regreso a Euskadi en julio para el Tour como líder del equipo Ineos
Daniel Martínez (Bogotá, 26 años) es el último ganador de la Itzulia. El colombiano liderará al Ineos en su intento de revalidar título y a ... su llegada a Euskadi ha aprovechado para reconocer las primeras etapas del Tour. Martínez empezó a correr a los 13 años, con una bici que solo tenía freno delantero. Se inició en la escuela de ciclismo de Soacha, un barrio duro de Bogotá. Quería ser futbolista, pero su hermano le envió al ciclismo. Seguidor del Atlético Nacional, jugaba de delantero y, según asegura él mismo, era «el terror de los arqueros rivales». Atiende con una sonrisa de oreja a oreja y en el español musical de los colombianos. Pero no engaña, a nadie, esa enorme amabilidad se transforma en hambre de victoria y competitividad cuando se sube a la bici.
– Llega a la salida de Vitoria como ganador de la última edición. ¿Parte con el objetivo de defender ese título?
– Desde luego. Así es. Llego bien al inicio de la carrera, después de dos semanas de buenos entrenamientos en Andorra.
– ¿Se ve a sí mismo como uno de los favoritos?
– Esta es una carrera muy exigente, en la que las diferencias suelen ser de pocos segundos y la igualdad es máxima hasta el último día. De hecho, yo mismo gané el año pasado en la etapa final, en la que no salía con el maillot amarillo (desbancó en Arrate a Remco Evenepoel). Nada está escrito en el País Vasco, una carrera muy emocional.
– ¿Qué le parece que no haya ninguna etapa contrarreloj?
– A mí no me beneficia. Si hubiera una la carrera sería diferente. No me manejo mal en esa especialidad. Sin contrarreloj, las bonificaciones van tener mucha importancia. Siempre la tienen, pero en este caso puede que influyan bastante.
– ¿Qué lugar ocupa en su palmarés la victoria en la Itzulia de 2022?
– Es un triunfo muy importante para mí, porque es una de las carreras más duras y atractivas del World Tour. Es una carrera de prestigio en el calendario y es muy especial por la afición que hay, que es impresionante. Es un placer volver a estar aquí para disputar esta vuelta.
«Vingegaard es el principal favorito, pero yo llego con el trabajo bien hecho y vengo a ganar»
– Dice que llega bien. ¿Se ve de nuevo en el podio?
– Vengo a intentar ganar. Yo estoy en el ciclismo para intentar ganar competencias. Unas veces se puede y otras, no. Yo he hecho lo mío y llego bastante bien, luego será la carrera la que establezca quién es el mejor.
– En todos los pronósticos aparece el nombre de Vingegaard. ¿Es el adversario a batir?
– Sin duda que Vingegaard es el principal favorito. Ya anduvo mucho en la París-Niza. Añadiría el nombre de David Gaudu, que también estuvo muy arriba en esa carrera en Francia. Es un corredor de mucha categoría. En el País Vasco siempre esperas encontrarte con los mejores.
– Cada vez es más palpable que ya no hay carreras de transición, que los mejores llegan a su primera cita del calendario en condiciones de ganar.
– Los últimos años no hay competencias de preparación. Las competencias son para competir y todo el mundo sale a ganar. Y no solo en las pruebas del World Tour, también en las carreras pequeñas. Los corredores están fuertes todo el año.
– ¿Cómo afecta eso a la mentalidad del ciclista? ¿Es duro psicológicamente no poder levantar el pie nunca?
– Es un reto mentalmente. Hay que ser profesional los 365 días del año, con el entrenamiento, el descanso, la alimentación, cuidarse... Los corredores y los equipos piensan en las grandes carreras, como el Tour o las otras vueltas de tres semanas, pero se le da mucho peso al camino que lleva a ellas. Antes de llegar al Tour, por ejemplo, hay objetivos muy importantes que se pueden conseguir y hay que estar siempre preparado.
Ya no hay competencias de preparación, hay que ser profesional los 356 días»
– ¿Cómo llega el Ineos a la Itzulia?
– Ya habrá visto la alineación con la que salimos a esta carrera (Bernal, Castroviejo, Fraile, Hayter, Carlos Rodríguez...), así que ahí se ven nuestras ambiciones. Es un equipo muy fuerte. Los compañeros también llegan muy bien a esta carrera y van a dar que hablar.
– ¿Cómo está Egan Bernal?
– Está por aquí, bien. Se ha recuperado de la caída que tuvo en la Volta a Cataluña. No he hablado mucho con él, pero está bien.
– El Tour de Francia saldrá este año del País Vasco, así que los aficionados le volverán a ver en verano por aquí...
– Sí. He aprovechado esta mañana para acudir a reconocer la tercera etapa del Tour (Amorebieta-Baiona) y me ha parecido una recorrido espectacular. Creo que para los aficionados es un gran acontecimiento que el Tour salga de aquí.
– ¿Es su objetivo principal de la temporada?
– Para todo el mundo el Tour de Francia es la carrera número uno, sobre todo para los que nos desenvolvemos bien en la montaña y en las pruebas de tres semanas. Para mí sí lo es.
«Es una carrera muy exigente en la que las diferencias suelen ser de pocos segundos»
– ¿El Tour es algo que uno lleva siempre en la cabeza o va paso a paso?
– Todavía falta mucho para el mes de julio y hay trabajo que hacer hasta entonces. Debo estar a disposición del equipo.
– ¿Será el líder del Ineos en Francia?
– Eso se lo gana uno en el día a día. De aquí al Tour debo hacer méritos para demostrar que merezco esa responsabilidad, pero mi ambición es poder asumir ese papel. Es una carrera que se disputa en verano y con el calor marcho bastante fuerte. ¿Líder? Hay muchos factores que intervienen. Un Tour son tres semanas. Antes de acudir a Francia hay que mostrar la condición de cada cual en pruebas como Dauphiné o Vuelta a Suiza.
– ¿Qué le diría a la afición vasca antes del inicio de la carrera?
– Lo primero, que es un placer volver a estar aquí. Para mí, es una de las mejores aficiones del mundo, porque no solo alientan a los primeros sino que apoyan desde el número uno al último. Eso genera agradecimiento en los ciclistas. Y luego les díría que vamos a intentar ofrecer un gran espectáculo, y que gane el mejor.
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