65 años de un edificio peculiar
El frontón de Añorga, inaugurado en 1949, referente social y deportivo del barrio. Diseñado por el ingeniero madrileño Eduardo Torroja, fue mas que llamativo en la época
J.B.
Sábado, 1 de marzo 2014, 13:59
Fue un 16 de julio de 1949 cuando, en plenas fiestas del Carmen, y bajo un sol de justicia, el frontón de Añorga abrió sus puertas al público. El mítico Atano III se enfrentó a la pareja formada por Inciarte y Soroa, y desde aquella tarde de hace casi sesenta y cinco años, el recinto deportivo se convirtió no solo en uno de los epicentros deportivos del barrio, sino en un lugar que ha congregado a la gente. Entre sus muros se han batido el cobre infinidad de campeones, y al mismo tiempo ha sido el mejor cobijo para albergar incontables congregaciones o festividades. Durante seis décadas y un lustro, el frontón de Añorga ha sido y será punto de encuentro dentro de las fronteras de Añorga. El frontón y el barrio, el barrio y el frontón, un matrimonio inseparable que cumple este año sus bodas de platino.
Todo aquel que contempla la morfología del frontón por primera vez suele asombrarse, ya que las formas onduladas que presenta la parte superior del edificio no son nada usuales en este tipo de instalaciones. Tanto es así, que diversas instituciones encargadas de investigar el patrimonio arquitectónico han mostrado su interés en esta edificación que desde de que se construyó no ha dejado a nadie indiferente.
Sistema de láminas
Los últimos años de la década de los cuarenta fueron testigos mudos de un proyecto que se gestó gracias a la firme voluntad de los propietarios y gestores de Cementos Rezola de dotar al barrio de las mas modernas instalaciones deportivas. Para ello, la empresa contactó con uno de los mas prestigiosos ingenieros de la época, el madrileño Eduardo Torroja (1899-1961), que fue uno de los mas fervientes defensores del uso del hormigón armado mediante el sistema de láminas. Sus aportaciones en el campo del diseño de edificios son estudiadas por alumnos tanto de ingeniería como de arquitectura.
Según destacan los expertos, a través de sus obras arquitectónicas y de ingeniería, Eduardo Torroja mostró un extraordinario ingenio para resolver los problemas que sus propuestas estructurales planteaban. De ahí su interés como objeto de estudio.
Torroja presentó dos proyectos y, finalmente, la dirección de la cementera se decantó por el modelo del tejado ondulado. El esfuerzo realizado por Cementos Rezola se vio traducido en un coqueto frontón de 34,75 metros de largo, 10 metros de ancho y 8,5 metros de alto, que en aquellos duros años fue la envidia de los alrededores. Pero el sello de Eduardo Torroja no concluyó con la edificación del frontón, ya que de igual manera tomó parte en el diseño del bolatoki. Del mismo modo que con el frontón, las formas curvas que adopta su tejado fueron su mejor seña de identidad.
Dos edificios que, sin lugar a duda, son parte de la identidad del barrio, y que poseen un notable valor arquitectónico. Tanto es así, que hace pocas fechas la 'Documentation and Conservation of Buildings, Sites and Neighbourhoods of the Modern Movement', organismo internacional fundado en 1991 con el fin de recopilar y divulgar información concerniente al Movimiento Moderno, concedió a los dos edificios sendas consideraciones y galardones. Una clara muestra de que la riqueza de dichas instalaciones está fuera de toda duda.
En sus mas de seis décadas de historia, Añorga KKE ha efectuado diversas reparaciones que han permitido subsanar diversos problemas ocasionados principalmente por la humedad que se filtraba por la pared lateral. Las importantes mejoras efectuadas durante el verano de 2011, en las que el club apostó de manera contundente y se picó toda la pared para así poderla revestir de nuevo y poner fin a las mencionadas fugas, supusieron un gran avance en pos de mejorar la salud de un edificio que forma parte de los arraigados cimientos de Añorga.
65 años han pasado desde que el frontón del barrio fuera una realidad. El proyecto de Eduardo Torroja sorprendió y lo sigue haciendo a todo el que lo contempla.
fue el año en que la 'Documentation and Conservation of Buildings, Sites and Neighbourhoods of the Modern Movement' premió al frontón de Añorga.