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SAN SEBASTIÁN | EL PULSO DE LA CIUDAD

Una pañoleta por una sociedad mejor

Dos grupos de Eskaut-Gia cultivan en Donostia valores de solidaridad y amor a la naturaleza. Cerca de 200 personas integran los colectivos Iruzun y Aratz, que ofrecen salidas los sábados y campamentos en época de vacaciones

CRISTINA TURRAU

Lunes, 17 de febrero 2014, 08:29

No buscan gamusinos ni medallas para la pechera como el protagonista de 'Up', pero mantienen los valores de solidaridad y respeto a la naturaleza que defendió el escritor, pintor y militar barón de Baden Powell. Son los dos grupos de Eskaut-Gia que existen en San Sebastián. En Inglaterra, el movimiento scout nació en 1907 y el femenino de guías, tres años después. En San Sebastián existían grupos de chicos antes de la guerra. Las guías nacieron tras la contienda, de la mano de Marita Abrisqueta, pionera en la península. Todos fueron prohibidos durante el franquismo.

«Es una filosofía que no gusta a las dictaduras, por los valores de respeto a los demás y de democracia interna que practica», explica Jon Aizpurua, padre de dos hijos eskaut. Aizpurua sabe de qué habla: entró a los grupos con 11 años, fue monitor y más tarde, responsable de la asociación. Ahora es profesor voluntario en la escuela de formación de monitores de tiempo libre y directores de campamento de Eskaut-Gia.

En San Sebastián existen los grupos Iruzun y Aratz, que reúnen a unas 200 personas, entre chavales, monitores y responsables de área. En Gipuzkoa hay colectivos de eskaut-gia en Irún y Tolosa.

Los niños están en los grupos hasta los 17, 18 ó 19 años, cuando empiezan a involucrarse en tareas sociales. Jóvenes de eskaut-gia han trabajado de monitores en la Behobia-San Sebastián, en el mantenimiento del parque de Cristina Enea, en limpieza de playas o en asociaciones como las que defienden la cultura gitana.

Los valores que defendió Baden Powell se mantienen. «Decía que al niño no hay que instruirle sino educarle», explica Aizpurua. «Antes de que se popularizara la ecología, nosotros ya teníamos a la naturaleza como gran aliada. Pero además están las cualidades de respeto, cooperación, solidaridad y valores humanos que siempre hemos puesto en práctica».

¿Es un tópico decir que la sociedad ha perdido los 'valores'? «Creo que los grupos de eskaut-gia somos más necesarios que nunca», dice Aizpurua. «El consumismo, el egoísmo y el no ocuparte del vecino es algo que no nos resulta extraño. En nuestros grupos enseñamos y practicamos la idea de consumir lo que se necesita y el propósito de ayudar a los demás».

Chavales con discapacidad

En Eskaut-Gia las puertas están abiertas. Hace un tiempo existía un grupo con chavales con discapacidad. Ahora estos niños se integran en los colectivos existentes. «Han sido procesos naturales», dice Aizpurua. «Ni hemos hecho llamamientos para que las personas llegaran, ni hemos impedido la entrada de nadie. Las situaciones se han ido dando y les hemos dado respuesta».

Una idea que se comparte en Eskaut-Gia es que todos necesitamos de todos. «Quizás una persona con discapacidad requiera algo más a los demás pero la experiencia demuestra que nunca sabes lo que vas a aprender de quien tienes al lado».

Las actividades que se plantean en los grupos son distintas según las edades. Para los más pequeños se organizan juegos. Y para los mayores se plantean aventuras. Los campamentos de Navidad y Semana Santa se realizan en locales bajo techo. Los de verano son en tiendas de campaña. «Los chavales son los que montan las tiendas, las cocinas y el resto de instalaciones y se ocupan de cocinar. Todo el mundo colabora. Esa es nuestra filosofía».

El 22 de febrero se celebra el Día del Pensamiento con carácter universal dentro de la asociación. Se preparan actividades para celebrarlo de forma conjunta en Gipuzkoa.

En Eskaut solo hay trabajo voluntario. Nadie percibe una remuneración. «Nuestro objetivo es enseñar a los chavales a disfrutar y aprovechar el tiempo libre para que se conviertan en personas autosuficientes y críticas», dice Alba Manuel, directora de Iruzun. «También aprendemos a disfrutar de la naturaleza».

En este momento Eskaut-Gia de San Sebastián cuenta con suficientes monitores y un buen número de chavales de la franja de mayor edad. Están escasos seis niños a partir de los 6 años, los más jóvenes. Serán ellos los que harán el relevo y pasarán el testigo. Como en 'Up'.

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