El desprendimiento del Peine del Viento será estabilizado en dos meses
Unos escaladores coserán la ladera con bulones de hasta 6 metros de profundidad y la superficie se cubrirá con malla de acero
AINGERU MUNGUÍA
Martes, 26 de marzo 2013, 08:12
. Un importante derrumbe de tierra ocurrido en el Peine del Viento mientras la ciudad tocaba la tamborrada quedará estabilizado dentro de dos meses, con una actuación parecida a la que se acomete en la avenida Satrústegui, detrás del Club de Tenis.
Las continuas lluvias del mes de enero provocaron numerosos desprendimientos de tierra en diferentes puntos de la ciudad. La ausencia de vegetación por estos movimientos de tierra es hoy muy evidente desde cualquier punto de la bahía en estos dos puntos del extremo de Ondarreta. Los operarios trabajan desde hace semanas en el corrimiento del terreno producido en la parte trasera de las instalaciones de Hydra y del Tenis. En quince días comenzarán los trabajos en el Peine del Viento. Esta zona permanece con todas sus plataformas superiores valladas al público, para evitar que una eventual caída de material pueda herir a los visitantes de este privilegiado emplazamiento junto al mar.
La acumulación de agua sobre la ladera unido a la existencia de «un terreno muy meteorizado» en esta misma, con muchas discontinuidades, provocó en enero que la tierra se soltara, se desprendiera del sustrato rocoso, según explicó el director del Obras y Proyectos del Ayuntamiento, Alfonso Vázquez. A la caída hasta la superficie del Peine del Viento de una gran cantidad de piedras, tierra y vegetación se sumó «un descalzamiento del pretil» de la parte superior que sirve para delimitar la curva del paseo del Faro en ese punto. Lo que sí ha aguantado prácticamente sin apenas afectaciones es el muro con contrafuertes de «hormigón ciclópeo» que sirve para sujetar esta inestable ladera desde hace décadas.
El desprendimiento hizo rodar piedras y vegetación hasta las inmediaciones del bar-restaurante Branka y también hacia la zona más próxima a las esculturas del Peine del Viento. El Ayuntamiento ya tiene en sus manos el proyecto para actuar y ahora prepara la documentación para contratar unos trabajos que no bajarán de los 100.000 euros (más IVA). La solución que se va a poner en práctica es similar a la que se realiza detrás del Tenis. Unos escaladores, seguramente apoyados con una gran grúa, procederán primero a una limpieza de la ladera para retirar el material suelto. El segundo paso consistirá en la estabilización del terreno propiamente dicho. Esta operación conllevará 'coser' la tierra con bulones, unos grandes tornillos de 6 metros de longitud que se anclarán a «roca sana» o estable. La superficie del terreno se cubrirá con una malla de cable de acero de alta resistencia. Esta especie de red estará atravesada horizontalmente por unos «cables de refuerzo» que, cuando todo esté debidamente colocado, se tensarán para ceñir esta película de acero a la tierra, lo que dejará «armado y sujeto» el terreno ante futuros movimientos.
Para ganar tiempo en la estabilización de la ladera, el gobierno municipal utilizará un procedimiento negociado y sin publicidad para contratar los trabajos que podrían comenzar dentro de dos o tres semanas. La obra propiamente dicha se prolongará otras 5 semanas, con lo que es previsible que todo el trabajo concluya para finales de mayo, pocos días antes del inicio oficioso de la temporada de verano.
Otras zonas afectadas
Pero las intensas lluvias caídas este invierno no solo han afectado a estos dos puntos de Ondarreta. El Ayuntamiento actúa o realiza proyectos para paliar los movimientos de tierra acaecidos en las últimas semanas y que exigen actuaciones en otros cinco puntos de la ciudad. El conjunto de los desprendimientos, acaecidos en la avenida Satrústegui, Peine del Viento, Paseo Nuevo, Igeldo, paseo de Ulía, Puio y el antiguo corrimiento de Garbera, costarán cerca de un millón de euros a las arcas municipales.
La caída de una gran roca a la calzada del Paseo Nuevo el pasado 29 de noviembre encendió todas las alarmas. En la zona se va a realizar una gran zanja que evite a futuro piedras rodando hasta la carretera. Además está previsto «coser» la montaña con una malla de cable. El desprendimiento que afecta a la famosa curva de la subida a Igeldo es menos peligroso. El informe geotécnico realizado apunta que no existe inestabilidad, recomienda realizar labores de limpieza y también recrecer el murete junto a la calzada para generar «un pequeño espacio de resguardo». En el desprendimiento del Paseo de Ulía se actuará de forma similar a la del Peine del Viento y la avenida Satrústegui. En Puio se acomete la fase final de los trabajos de estabilización de la ladera que obligó a desalojar a varias familias de la calle Katalina Elizegi 21. La actuación más costosa será la del paseo Otxoki, en las inmediaciones de Garbera (250.000 euros), una reparación urgida esta semana por el grupo PNV al gobierno municipal.