Y avalancha final de preguntas

La sesión ha empezado más o menos cohibida, se han repasado cuestiones generales, se ha vuelto a criticar con dureza que hace falta más innovación en la calle más allá de las palabras y cada uno de los ciudadanos se preocupa por un aspecto final. Raúl Salaberria tacha de clásico al alcalde, que le recuerda que, «en la zona romántica no podemos hacer locuras» o que «tenemos una barandilla que pesa mucho en nuestra identidad». «Vale, que volveréis a colocar el pisapapeles, el Quijote y Sancho Panza», lamenta. «Sí, pero en un entorno de agua muy imaginativo», defiende el alcalde. Los dos no se ponen de acuerdo en esta cuestión. Por lo menos, dice Raúl, «espero que se haga algo con las entradas de metro como en Bilbao, que sean originales ». «Hay un concurso convocado por el Gobierno Vasco entre arquitectos de prestigio internacional», contesta el alcalde.

Alicia es más práctica: «Debería eliminarse Carlos I.». Txaro, que es conductora, se queja: «La glorieta de la Paloma de la Paz está imposible, solo funciona cuando hay fútbol, pero nunca durante las horas punta». Adrián sentencia: «No se puede echar a la gente joven de la ciudad».

En un momento de respiro, Elorza responde: «Vale, vale. El tráfico en Amara va a ir a mejor con las nuevas infraestructuras, insisto en que apostamos por la innovación y que eso también incluye dar el máximo de oportunidades a los que tenéis menos edad».