Toca pensar y preparar el próximo Carnaval

Y como lo que se vive en la villa papelera es puro amor por la mofa y la irreverencia, volvieron a volcarse en la última jornada de su fiesta más popular. Aunque el cielo estuviera encapotado y pareciese que el aviso de lluvia se cumpliría, el tiempo no intervino en el adiós al Carnaval. Aunque el Asteartita había cogido mayor peso el año pasado, esta vez el paseo San Francisco y las plazas no aglutinaron a tantas comparsas y carrozas, presentando un aspecto algo desangelado hasta prácticamente pasado el mediodía, cuando las parodias y los pequeños grupos fueron más numerosos.

Sin embargo, fue un día donde regresar con las propuestas de Zaldunita –como las carrozas, que volvieron a las calles– y que el público pudiese paladearlas más, sin el ajetreo de este. Entre las carrozas, hubo una nueva edición de 'El Juego del Calamar', en Rondilla, con la posibilidad de ganar la adjudicación de uno de los apartamentos de alquiler para jóvenes de la plaza Euskal Herria, el saltamontes volvió a establecerse en San Francisco, y la historia fantástica y de conciencia medioambiental de la papelera Galgo volvió a atraer miradas.

Además, en los grupúsculos carnavaleros, las ratas del Oria, guiadas por Jesús Mari 'Atila' Prados, bailaron en una romería, Pekín Express tuvo su versión tolosarra –con la meta en Urkizu– con varios mochileros participantes, o cuatro Alaskas y los electroduendes eran acompañados por Mariona, la marioneta del Topic. En el Triángulo, repartidores de '@mazon eZpress' tomaban un tentempié antes de entregar sus paquetes.

Parodias y propuestas que, junto al Alarde de Txarangas y la última vuelta al ruedo en la plaza de toros y la bajada de txarangas, ponía punto y final a los Inauteriak hasta el 12 de febrero de 2026.