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Los judokas júnior logran un botín de medallas en UrnietaLa temporada de competición para los judokas júnior del Judo Club Tolosa comenzó hace escasas semanas y como suele ser habitual, no volvieron con ... las manos vacías de sus campeonatos. En el tatami del polideportivo de Urnieta se celebraron, con dos semanas de diferencia, los campeonatos de Gipuzkoa y Euskadi, en los que participaron cuatro judokas del club tolosarra: Nahia Fernández, Koldo Arrieta, Inhar Leunda e Ioar Olano. Entre ellos suman un botín de siete medallas, con cinco oros, una plata y un bronce.
En el primero, la competición territorial fue el clasificatorio para el Campeonato de Euskadi, por lo que el objetivo estaba en asegurarse un buen puesto para dentro de dos fines de semana. Los cuatro lograron subirse al podio, de modo que todos cumplieron y volvieron a luchar sobre el tatami de Urnieta.
Inhar Leunda, en la categoría de menos de 60 kilos, tuvo una complicada eliminatoria. Cada combate fue una final para el joven judoka, y en cada uno venció por ippon, tanto en pie como en suelo. Así, se hizo con la medalla de oro y se alzó como campeón de Gipuzkoa. Durante el torneo vasco no estuvo tan fino, y aunque superó otra difícil eliminatoria, cayó en semifinales; en la lucha por el tercer y cuarto puesto volvió a ganar, pero «a duras penas», como asegura su entrenador, Óscar Gibelalde.
Ioar Olano acabó como subcampeón de Gipuzkoa en menos de 66 kilos. Al igual que Leunda, pudo superar sus duelos por ippon y avanzar en otra dura eliminatoria; sin embargo, en la final «no encontró el hueco por donde atacar y se le fue complicando segundo por segundo». Por tanto, se llevó una buena plata, que le dio el pase al Campeonato de Euskadi. En la competición llegó hasta cuartos de final, perdiendo frente al futuro campeón vasco, un «jarro de agua fría» que no le detuvo tras la repesca y pudo haber llegado a vestir el bronce. No obstante, acabó en un meritorio quinto puesto tras haber caído en el duelo por el metal.
Nahia Fernández y Koldo Arrieta se alzaron como campeones de Gipuzkoa y Euskadi en sus respectivas categorías. En menos de 70 kilos, Fernández compitió sin arriesgar, sacando ventaja siendo «conservadora y oportunista», afirma Gibelalde, aunque eso no evitó el susto en la semifinal, ya que ganó «in extremis». En la final, con una estrategia «bien definida», derrotó a su rival por ippon. En la competición vasca siguió un camino similar, con una estrategia que aplicó «a rajatabla, no dando ninguna opción».
Arrieta, por su parte, en la categoría de más de 100 kilos, no tuvo que esforzarse para obtener las medallas de oro, un inconveniente puesto que, como indicó su entrenador, «se echa en falta para que, cuando vengan los momentos complicados», el judoka esté «habituado».
Siete medallas que reafirman el trabajo realizado en Usabal y que pone en relieve el buen comienzo de estos cuatro judokas en un deporte tan disciplinado.
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