Tolosa
Euskal Barrok Ensemble vuelve a Tolosa con su espectáculo más internacional, 'El Amor Brujo'Enrike Solinís y sus músicos participan en este espectáculo con instrumentos antiguos, acompañados de cantaora y bailaora
Euskal Barrok Ensemble trae por fin a Tolosa su celebrado e internacional espectáculo 'El Amor Brujo, esencias de la música de Manuel de Falla'. Será este viernes, 17 de mayo (20.00, Leidor). Sin duda una cita especial para el gran músico director del grupo, Enrike Solinís, y para la violinista y codirectora, la tolosarra Miren Zeberio.
'El Amor Brujo' ha cautivado allá donde se ha representado. Nuestra compañera María José Cano, crítica musical de este periódico, alababa la calidad del espectáculo tras su presentación en Donostia: «Fue un puro goce, una delicia que disfrutamos tanto el público como los que estaban en el escenario. El homenaje a Falla que Euskal Barrok Ensemble tuvo ingredientes para gustar a todos, porque supuso una declaración de la universalidad de la música fuera de estilos, tópicos o fronteras, en un espectáculo interpretado con una altísima calidad».
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Nombre del espectáculo 'El Amor Brujo, esencias de la música de Falla'.
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Día y hora Viernes 17 mayo, 20.00 horas, Leidor.
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Contenido Dirigidos por Enrike Solinís –que tocará la guitarra y el lavta, un laúd de origen otomano– seis músicos participan en este espectáculo con instrumentos antiguos como el violín barroco, flautas de pico, el sacabuche o la guitarra barroca. Harán una relectura de 'El Amor Brujo' que tiene una sonoridad muy especial. Además, como es habitual en los espectáculos de Euskal Barrok Ensemble, los músicos estarán acompañados por artistas de otras disciplinas, en este caso por la cantaora gaditana Teresa Hernández y la bailaora granadina Sara Jiménez, dos figuras emergentes del panorama flamenco actual.
Desde Euskal Barrok Ensemble califican el concierto como «ameno y espectacular», que gusta «tanto a amantes del flamenco, como de la música clásica, la tradicional o las músicas del mundo». Enrike Solinís y sus músicos participan en este espectáculo con instrumentos antiguos como el violín barroco, el sacabucheo el lavta, acompañados por la cantaora Teresa Hernández y la bailaora Sara Jiménez, figuras emergentes del panorama flamenco actual.
Estrenado hace ocho años coincidiendo con el 140 aniversario del nacimiento de Manuel de Falla, es uno de los trabajos del grupo vasco especializado en interpretaciones historicistas más solicitados en festivales internacionales. Ahora, su reinterpretación 'sin etiquetas' podrá disfrutarse por primera vez en Tolosa.
Dirigidos por Enrike Solinís –que tocará la guitarra y el lavta, un laúd de origen otomano–, seis músicos participan en este espectáculo con instrumentos antiguos como el violín barroco, flautas de pico, el sacabuche o la guitarra barroca. El grupo hará una relectura de 'El Amor Brujo', que tiene una sonoridad muy especial.
¿Cómo surgió este proyecto musical? Enrike Solinís lo contaba en nuestro periódico: «A los que nos gusta la música antigua, la tradicional y la clásica, tenemos en Falla a uno de nuestros referentes. En aquel momento él no interpretaba con instrumentos antiguos, pero reinterpretaba música tradicional y antigua a través de su propia visión como compositor».
El director del Euskal Barrok Ensemble comentaba también que la música de Falla tiene un trasfondo de música tradicional andaluza muy grande, pero también con la que procede del Este. «Es todo en uno y lo que hacemos nosotros es un concepto muy simple: subrayar lo que él nos sugiere de todas estas músicas».
El programa incluye la conocida Danza ritual del fuego de Falla y otras composiciones del gaditano como Canción del amor dolido, Pantomima, Canción del Fuego Fatuo o Canción del Juego del Amor, que conviven con el cancionero tradicional (Fandango eta Porrue, Taranta de la Siega), piezas del Cancionero de Uppsala, incluso música persa, músicas orientales y tradicionales en las que se inspiró Falla en su trabajo. «Con músicos como Manuel de Falla las etiquetas musicales desaparecen, porque revive la música misma», afirma Solinís.