Así ha cambiado el covid-19 los hábitos de consumo de internet

Hace décadas que Internet forma parte indispensable de la vida cotidiana a nivel global, pero las circunstancias provocadas por la pandemia del covid 19 han alterado por completo la relación de millones de usuarios con el mundo online. En España, al igual que en otros países que han padecido restricciones semejantes, los meses de confinamiento han dado lugar a un incremento notable de las horas que pasamos conectados a la red, pero también en el modo en el que navegamos e interaccionamos con personas y empresas.

El aumento de las videollamadas, de las compras online, del consumo de plataformas de streaming o del uso de redes sociales y de todo tipo de aplicaciones, entre un sinfín de ejemplos, no sólo ha demostrado la buena salud de las infraestructuras y servicios, sino que plantea un nuevo escenario. Uno para el cual disponer de una conexión potente a Internet, como la que ofrece el Grupo Euskaltel, ha pasado a convertirse en una necesidad de primer nivel.

En nuestro país, según datos del informe Digital 2020, confeccionado por las agencias Hootsuite y We Are Social, el porcentaje de usuarios habituales de Internet sobrepasa el 90% de la población. Esto supone más de 42 millones de personas que entran a diario en la red y permanecen conectadas una media de 6 horas. El mismo informe revela que, durante el confinamiento, el dispositivo empleado con más frecuencia por los internautas ha sido el teléfono móvil, seguido por el ordenador portátil y el de sobremesa, que han experimentado incrementos menos acusados.

Como cabía esperar, la imposibilidad de salir de casa provocó durante la primera ola de la pandemia que el nivel de tráfico diario en Internet aumentara en una horquilla de entre un 10 y un 50% al día, cifras que antes del confinamiento sólo se producían en el cómputo anual. En Madrid llegó a alcanzarse un pico histórico de 500 Gbit por segundo, lo que es inaudito fuera de eventos con repercusión internacional de amplio seguimiento, como la final del Mundial de Fútbol o la presentación del nuevo iPhone.

En términos generales, los españoles han dedicado casi la mitad de su tiempo en la cuarentena (47% de acuerdo con Nielsen Global Media) a navegar por Internet. En total se trata de 79 horas a la semana, lo que implica un incremento del 7% con respecto a periodos anteriores. Pasamos en la red más tiempo y con mayor frecuencia, a una velocidad promedio de 30,47 megas por segundo. No obstante, nuestras preferencias en cuanto a usos concretos varían según el segmento de población que consideremos.

Ver películas, series y documentales online se ha convertido en la principal actividad de ocio que han llevado a cabo los internautas durante la crisis del Covid 19. Un 57% afirma que en los últimos meses su consumo de plataformas de streaming se ha incrementado de forma significativa, fundamentalmente Netflix y YouTube. Este porcentaje supera tanto al aumento del consumo de redes sociales como al de servicios de mensajería. Incluso hay estimaciones que atribuyen al contenido streaming un 60% del tráfico total de la red.

Cabe señalar que los hombres optan en un 50% por ver cine y competiciones deportivas, mientras que público femenino prefiere sobre todo las series de televisión. Asimismo, un 80% de mujeres aseguran utilizar su Smartphone como dispositivo principal.

Los números que refieren a los cambios producidos en el sector de las compras online son igualmente apabullantes. Sólo en el mes de abril el consumo online subió un 40% con respecto al mismo periodo de 2019, de acuerdo con el profesor de Estudios de Economía y Empresa de la UOC Juan Carlos Gázquez-Abad. Pero resulta interesante observar los cambios de tendencia que se han dado para comprender la nueva configuración del ecommerce en España.

Para empezar, los perfiles clásicos de compradores ya no son compatibles con la realidad del mercado actual. El cierre de establecimientos decretado por el estado de alarma ha forzado a millones de personas a adaptar sus hábitos de consumo, transformándolos en usuarios de las grandes plataformas de ventas online.

Es significativo, por ejemplo, que la población mayor de 60 años se haya lanzado en masa a comprar a través de Internet ante la imposibilidad de hacerlo de forma física, especialmente al no contar en todos los casos con la posibilidad de ayuda familiar.

Asimismo, el aumento de las horas que pasamos en Internet ha despertado nuestro afán investigador. Durante el confinamiento, más del 40% de las compras en España se han realizado en comercios en los que el consumidor entraba por primera vez. Además, para un 11,5 % de los internautas, los meses de confinamiento han supuesto su primera experiencia de compra online.

España se encuentra ante la consolidación de un modelo de comunicaciones completamente nuevo. El auge del teletrabajo, de las clases virtuales, del ocio online y del comercio electrónico no es una mera consecuencia pasajera de la pandemia, sino la primera etapa de un cambio irreversible en la forma de entender el mundo, de moverse en él y de progresar.

La fibra óptica, los datos móviles ilimitados y la inclusión en la red 5G conforman el nuevo estándar de exigencia tecnológica ante los retos de la nueva normalidad. Los españoles son plenamente conscientes de que el único futuro posible, especialmente de cara a las dificultades que vendrán aparejadas con la segunda ola de la pandemia, es que la condición de internauta se iguale con la de ciudadano.

Y es que después del COVID 19, el horizonte de posibilidades de la conexión de alta velocidad se ha ampliado en la misma medida en que también lo ha hecho el espectro de usuarios. Las redes sociales y las plataformas de streaming ya no son patrimonio de un rango de edad o de una procedencia determinada. Por primera vez en la historia reciente Internet se constituye en un elemento ecualizador, que permite no sólo el acceso a la información, sino que asegura el mantenimiento y la mejora de nuestras actuales condiciones de vida.