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Jokin Gilisagasti en plena captura en el año 2012. Irati urcelay

Jokin Gilisagasti: «La pesca de cerco y de artes menores son mundos completamente distintos»

Arrantzale desde hace 40 años, Gilisagasti conoce muy bien las diversas técnicas de pesca, su forma de empleo y la realidad de la fauna marina guipuzcoana

Viernes, 22 de octubre 2021, 09:00

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Con 40 años como arrantzale a sus espaldas, Jokin Gilisagasti desprende pasión por la pesca. Pasión y mucho conocimiento. Porque tras dedicar la primera mitad de su trayectoria a la pesca variada, desde hace 21 años trabaja para el Aquarium de Donostia capturando especies en vivo. Dos conceptos de pesca «diferentes» en las que ha tenido un gran aliado: el anzuelo. A pesar de emplear esta herramienta de pesca de arte menor, Gilisagasti conoce muy bien todos los sistemas de la pesca de bajura.

¿Cuáles son los peces pelágicos y cómo se capturan?

Las especies pelágicas, por norma general, se capturan mediante la pesca de cerco. Aquí, en nuestra costa, los peces pelágicos fijos, aquellos que están sujetos a temporada, son la anchoa y la sardina. También está el relanzón, una subespecie de pez aguja, pero que no tiene época fija, sino que supone una pesca más ocasional y oportunista. Y también encontramos el verdel, pero esta especie es una excepción.

Excepción, ¿por qué?

Porque el verdel es la especie pelágica que se captura tanto de cerco como en otras artes menores como, por ejemplo, el anzuelo.

¿Se nota alguna diferencia entre el verdel de anzuelo y el de cerco?

Apenas hay diferencias en el estado del verdel, que queda espectacular y con una calidad extraordinaria en ambas capturas. Eso hoy en día, claro, que la técnica y el sistema de cerco han mejorado muchísimo.

«La técnica y el sistema de cerco han mejorado muchísimo; el pez se extrae de la red mediante aspiradoras gigantes para llevarlo directamente al agua con hielo»

Y la técnica de cerco actual, ¿cómo es?

Hoy en día es completamente diferente. El pez se extrae de la red mediante aspiradoras gigantes que directamente lo llevan al agua con hielo. Al morirse directamente en frío, la carne del pescado queda muy tiesa y en óptimas condiciones. El tratamiento de la pieza ha mejorado y apenas se podría diferenciar de otra cogida con anzuelo, que hay que cuidarla bien en cubierta, mantenerla baldeando y fresca. Al extraer el pescado en el momento, tanto el verdel de cerco como el de anzuelo tienen una calidad espectacular.

Siguiendo con los pelágicos, ¿en qué temporada podemos verlos?

La campaña del verdel empieza a principios de marzo y la costera dura hasta mediados de abril, aunque el cerco agota enseguida su cuota (solo pueden capturar la cantidad de toneladas marcadas), que suele ser menor que la cuota del anzuelo. Entonces, una vez cumplida la cuota, el cerco comienza a perseguir a la anchoa, que para abril está en su plena costera porque templa el agua y el pez aflora a la superficie.

¿Y la sardina?

La sardina puede encontrarse durante todo el año, pero se ve más en los meses de otoño e invierno. Porque el verano es temporada de bonito y la flota de cerco, normalmente, va a por él a anzuelo. Una vez acabada la cuota de bonito, que puede darse en agosto o en septiembre, tienen que dedicarse a algo hasta el paro biológico de enero. En ese sentido, lo más seguro y lo que más a mano tenemos en Gipuzkoa, a parte de la pesca oportunista, es la sardina, cuya pesca se intensifica desde septiembre hasta final de año.

«El mundo de la pesca de arte menor es más dinámico, entretenido y, sobre todo, creativo, pues depende mucho de la imaginación»

Antes ha mencionado la pesca oportunista. ¿A qué se refiere?

Así se denomina a las capturas de especies ocasionales y esporádicas. Es como encontrarte con la lotería.

¿Qué otras especies se encuentran en esta pesca oportunista, a parte del relanzón?

La erla es una especie costera de la que se suelen encontrar grandes bancos en esta época de otoño-invierno. Lo mismo con las doradas y las muxarras o sargos. Hay algunos barcos, pocos, que se dedican todo el año en exclusiva a estas especies, pero no es lo habitual. Lo normal es que toda la flota se dedique a lo mismo.

Foto de archivo de Gilisagasti en 2019. usoz

En cuanto a las artes de pesca, ¿cuáles son las características de cada una?

Una pregunta compleja. El mundo del cerco es muy cerrado, siempre el mismo aparejo y la misma técnica de recoger y tirar, aunque el cuándo y el cómo requiera conocimiento. El cerco es sota-caballo-rey, siempre lo mismo, mientras que la pesca de artes menores es más variada y extensa. Comprende distintas artes que, además, se pueden emplear de muchas maneras. Son mundos completamente distintos, aunque la elección depende de lo que quiera cada armador.

¿Cuál fue su elección?

Yo me tiré a las artes menores, concretamente al anzuelo. Fue mi apuesta porque es lo que me gusta y siempre me he dedicado a ello. Llevo 40 años y no me canso. El mundo de la pesca de arte menor es más dinámico, entretenido y, sobre todo, creativo, pues depende mucho de la imaginación. Funciona a base de prueba-error.

Además del anzuelo, ¿qué otras artes de pesca menor hay?

En artes menores tenemos autorización para andar con aparejos de anzuelo, de enmalle (redes) o con nasas. Tenemos permitido trabajar con esas tres herramientas, pero ya te digo que cada una de ellas tiene un mundo de posibilidades y maneras.

«En esta profesión nunca se deja de aprender (…) porque la pesca es un mundo inmenso de inquietudes y curiosidades»

¿Qué se captura con estas otras artes?

En la pesca de anzuelo, cerca de la costa guipuzcoana, capturamos lubinas, muxarras, doradas, congrios, merluza… El anzuelo es selectivo, afina mucho, y generalmente hay poco descarte. Con descarte nos referimos a aquellas especies capturadas que por no tener valor se desechan y devuelven al mar.

El enmalle, una red vertical posada en el fondo del mar, sí que ofrece más abanico de variedades. Todo el pescado que pasa por ahí queda enredado, lo que supone coger pescados que sí son interesantes y otros que no. Las nasas, por último, son las cestas para la captura de marisco y pulpo, aunque aquí en Gipuzkoa no se practica mucho porque no es muy rentable.

Conoce muy bien el sector. ¿Cuántos años lleva en la profesión?

Llevo 40 años como arrantzale, saliendo siempre que puedo y trabajando siempre con el anzuelo. Ahora bien, desde hace 21 años trabajo para el Aquarium de Donostia, capturando especies en vivo para la exposición en las peceras. Es un trabajo diferente porque no necesito pescar grandes cantidades, sino pescar poco, muy variado y que esté en buenas condiciones.

Gilisagasti lleva más de 20 años trabajando para el Aquarium de Donostia. javier peñalba

¿También emplea el anzuelo?

Siempre porque el pez tiene que estar impoluto y eso implica tener un cuidado exquisito. Eso solo lo permite el anzuelo. Con el enmalle el pez que queda enganchado a la red sufre, pierde escamas, puede sufrir cortes en las aletas… Es un concepto de pesca diferente, pero muy interesante.

¿Qué le queda por aprender?

En mis primeros años cogí mucha experiencia, viví muchos momentos buenos y otros muy difíciles, pero ello me sirvió de escuela, para coger bagaje y poder dedicarme a mi trabajo actual en el Aquarium. Sin embargo, en esta profesión nunca se deja de aprender. Con la observación, poco a poco, todos los días se aprende porque la pesca es un mundo inmenso de inquietudes y curiosidades.

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