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La trazabilidad del pescado, una realidad en la pesca de bajura de Euskadi

Las exigencias europeas garantizan un conocimiento completo del origen, artes de pesca o método de producción, entre otros datos

Lunes, 13 de diciembre 2021

Conocer de dónde, cómo y cuándo se ha capturado el producto de la pesca. Un proceso complejo que parte en el propio barco y que culmina en la pescadería en la que el consumidor final compra el producto. De eso trata una trazabilidad que es una realidad en la pesca de bajura del País Vasco, comprometida con las directrices europeas y bajo el control y la inspección del Gobierno Vasco.

El reglamento 1224 de 2009 es el que plantea el control de la pesca en todos los ámbitos, y es el artículo 58 el que trata el tema de la trazabilidad. Mauri González de Txabarri es el coordinador de inspección de pesca del Gobierno Vasco y define esa trazabilidad como «la posibilidad de seguir el rastro del producto de la pesca en todas las etapas de producción, transformación y distribución desde la captura hasta la fase de la última venta». Tanto es así que «desde que es capturado ya tenemos información, porque el patrón tiene que darla. Ahí comienza toda la cadena».

Al indudable valor de conocer el origen de lo que comemos, a la pesca se le añade otro factor: «Si controlamos la trazabilidad del producto de la pesca, también lo hacemos de la gestión pesquera porque sabemos qué barco o unidad pesquera lo ha capturado, cuándo, dónde… y de ahí podemos saber si el que lo ha hecho está autorizado, si lo está haciendo en las zonas correspondientes y si la cantidad se ajusta a los permisos que tiene».

«La trazabilidad es la posibilidad de seguir el rastro del producto de la pesca en todas las etapas de producción, transformación y distribución»

mauri gonzález de txabarri

Coordinador de inspección de pesca del Gobierno Vasco

En esa trazabilidad el papel de la lonja resulta fundamental, «es un intermediario» entre los pescadores y los consumidores. Para ello «disponen de equipos que se encargan de este proceso». El Gobierno Vasco «ha dotado las lonjas de máquinas etiquetadoras que aportan la primera información». Hay elementos básicos, comunes para todo el producto de la pesca que se vende, que no puede faltar. Por un lado, existe una triple nomenclatura que debe aparecer: «El nombre comercial, el nombre científico y el código tres alfa». A todo esto, se añade, por ejemplo, «la fecha de captura y las cantidades capturadas, el método de producción -aunque siendo en la mar siempre será capturado-, o el tipo de arte (anzuelo, arrastre, cerco…)».

Esa información es primordial para que se pueda lotear el producto de la pesca. Un proceso en el que se ordenan «lotes de la misma especie, del mismo barco o grupo de barcos similares, del mismo tamaño y capturados con las mismas artes».

Tampoco es baladí lo que cada pescadería «debe transmitir» al consumidor final. Porque parte del espíritu de la trazabilidad radica en que el conocimiento llegue a todos los que componen la cadena de valor de la pesca de bajura. En este sentido, González de Txabarri apunta que «la propia ley dice que tiene que ser información reconocible para el consumidor». Y con ese objetivo se deben dar a conocer aspectos como «el nombre comercial, el científico, si es un pescado de mar o piscifactoría, el lugar de la pesca y el arte».

El epicentro del sector

Todo producto de la pesca capturado pasa por las lonjas para ser pesado, loteado y vendido a los distintos compradores. Una función determinante, por tanto, la de los venteros. Iñaki González, de la Cofradía de Hondarribia, es un buen ejemplo de la profesión. En sus manos está trasladar la información de una forma fehaciente y garantizar que el proceso se lleva a cabo correctamente.

En ese ánimo de lograr una completa trazabilidad del producto, «en el etiquetado incorporamos los datos del barco que trae el producto de la pesca: matrícula, folio… el expedidor, en este caso la Cofradía, las zonas o las subzonas de pesca con el día de salida del barco, el día que ha regresado y el día de la subasta».

«En el etiquetado incorporamos los datos del barco que trae el producto de la pesca, el expedidor o las zonas de pesca y el día de la subasta»

iñaki gonzález

Ventero de Hondarribia

Inicialmente, los barcos son los que se comunican con la lonja para avisar de la cantidad de producto de la pesca capturado. Una cifra que, aunque «el barco nos habla de aproximaciones», no tiene mucho margen de error porque «no se pueden equivocar mucho, sólo se puede tener un error del 10 %. Por encima de esa cantidad se considera una infracción».

Así se completa una logística compleja que demuestra la seriedad y profesionalidad del sector de la pesca de bajura en Euskadi, que apuesta por la total trazabilidad del producto que llega a nuestras lonjas y, finalmente, a nuestras mesas. Para que las personas consumidoras puedan identificar y reconocer el producto de la pesca de bajura en las pescaderías, como ocurre gracias al Eusko Label con la antxoa y el bonito del Norte.

Para más información sobre pesca de bajura podéis visitar:

• www.kofradia.eus

Instagram @kofradiaitsasetxea

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