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©Estitxu Ortolaiz
Hondarribia

Tradición pesquera junto al Cantábrico

No se entiende la historia de la localidad sin su pesca, sin esas familias que han dedicado su vida profesional a una actividad que está en el ADN de los y de las hondarribiarras

Jueves, 9 de diciembre 2021, 12:42

Hondarribia es gastronomía, es cultura, es deporte, es Alarde... pero, en su ADN, es también mar. Porque no se entiende la historia de la localidad sin su sector pesquero, sin ese grupo de arrantzales, rederas o venteros que han forjado una trayectoria única, singular, auténtica.

La costa cantábrica, con sus barcos de bajura, es parte indispensable de la tradición hondarribiarra, parte de la explicación de su arquitectura, de su forma de entender la vida. Familias enteras que se han dedicado en cuerpo y alma a un mundo marino al que han amado para acercar a nuestras costas las especies más deseadas del momento.

El municipio guipuzcoano es recordado por la captura del atún rojo, de la merluza o de la antxoa. También del bonito. Una flota de barcos que ha trabajado durante generaciones y que, además, se ha modernizado para que la tecnología y la innovación sean a día de hoy grandes aliados para un sector pesquero que siempre ha atendido las necesidades de sus vecinos.

Hay que remontarse siglos atrás para confirmar la tradición de la pesca en Hondarribia. Una labor ancestral que en el siglo XVI dio un paso decisivo: la flota hondarribiarra se especializó en la captura de la antxoa y de la sardina, dos productos que les han acompañado durante toda su historia y que ahora son fundamentales para el progreso del sector. Entonces, sirvió como negocio, especialmente para su exportación a Francia, gracias a su conservación en salazón.

En el siglo XVI llegó la especialización en la antxoa y la sardina

Hubo que esperar hasta el siglo XVIII para dar un nuevo salto con la llegada de las traineras, tan en boga a día de hoy por otro motivos, y que permitieron nuevas artes de pesca.

El sector pesquero de Hondarribia también ha sido históricamente reconocido por la captura del atún rojo, compartiendo protagonismo con el puerto de San Juan de Luz, ya que eran los únicos que se dedicaban a la pesca de este pescado en toda la cornisa cantábrica. Pero la llegada de buques palangreros japoneses en la década de los 70, la sobreexplotación del producto en otras zonas marítimas y las cuotas que se han ido imponiendo, han limitado su pesca y su relevancia en el negocio de la localidad.

Presente y futuro

Todos estos recuerdos siguen presentes, vigentes en el día a día de Hondarribia. Un ejemplo está en los colores de las fachadas de las casas del barrio de la Marina, que recuerdan a las pinturas que se utilizaban en el mantenimiento de los barcos. Y en la gastronomía, que se apoya en la calidad de los productos de pesca capturados por los arrantzales de la Cofradía para elaborar platos con producto kilómetro cero que dan valor a un sector que siempre estará ligado a la historia del municipio.

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