¿Qué hacemos con los jardines?

Los jardines son una extensión de los hogares, por lo que siempre hay que procurar que exista una conexión entre interior y exterior, pero no siempre conocemos su planificación y mantenimiento igual que controlamos los de los interiores de nuestro hogar. Por ello, si no queremos que nuestros espacios verdes se conviertan en una preocupación para nosotros, deberemos conocer no solo las tendencias que se llevan en la actualidad, sino también algunos trucos a la hora de concebirlos.

Hay que conocer cuáles son, en rasgos generales, las principales tendencias en jardines y paisajismo. Hoy en día buscamos jardines adaptados a las necesidades y corrientes predominantes en los tiempos que vivimos: solemos buscar jardines que sean comestibles, es decir, que tengan su espacio para el cultivo, porque el autoabastecimiento y el producto kilómetro 0 son dos tendencias innegables; también se lleva lo sostenible, con especies que, en estos tiempos de sequía y altas temperaturas, no exigen grandes cantidades de agua para sobrevivir; y, en esta misma línea, se lleva también lo resiliente, con espacios en los que la grava, los caminos de piedra y las praderas cada vez menores conviven con plantas seleccionadas y que, casi de manera individual, destacan en diferentes rincones de un mismo jardín.

Además, hay otros consejos que debemos seguir y que no dependen de modas ni tendencias, sino que siempre deberemos atender para no equivocarnos en las decisiones que tomemos. La primera de todas es que deberemos elegir aquellas especies de plantas y flores que se adapten bien al clima en el que vivimos, aunque haya otras que nos puedan gustar más. Esto nos ayudará a evitarnos disgustos y nos ahorrará tanto dinero como horas de mantenimiento.

Siguiendo con el tema económico, debemos tener claro lo que necesitamos, lo que queremos y lo que podemos gastar. No tiene sentido arrancar con un jardín por todo lo alto, con sistema de regadío controlado desde el móvil o con pérgolas retráctiles, por citar dos ejemplos, si no sabemos si luego les vamos a sacar partido. Debemos organizar bien el espacio y tener claro que, además, podremos ir paso a paso.

Así, no tiene sentido ocupar parte del jardín con una enorme mesa para varios invitados si no solemos organizar reuniones en casa o comprar dos tumbonas para tomar el sol si lo que nos gusta es la sombra. Además, deberemos tener siempre en cuenta que en los exteriores los materiales se estropean con facilidad, por lo que deberemos tener cuidado con esos objetos típicos de fotografías de revistas de decoración como cojines, mantas o velas, porque su uso y mantenimiento no siempre serán sencillos en un jardín.

En lo que a estilos se refiere, lo idóneo es que interior y exterior vayan de la mano porque debemos entender que esos grandes contrastes que los expertos en ocasiones recomiendan y tan bien quedan en algunas revistas no siempre son sencillos de aplicar ni entender en nuestros hogares.

Las terrazas o balcones no son lo mismo que un jardín, evidentemente, aunque sí hay algunas líneas maestras que también deberemos seguir en estos espacios. En ellos, será también necesaria una planificación previa y ordenada de cómo queremos que sea su disposición y qué plantas y flores queremos tener en ellos. En este sentido, jugar con diferentes tipos de macetas nos permitirá tener distintas cantidades de sustrato en ellas y, consecuentemente, poder contar con diversas familias de plantas y flores. También deberemos tener en cuenta que no todos los materiales soportarán bien las temperaturas exteriores y otras inclemencias del tiempo que puedan darse y, aunque en nuestra mente pueda existir la tentación de tener una vegetación rebosante, casi amazónica, lo mejor es apostar también por el 'menos es más' en estos espacios.

Por último, hay que destacar una tendencia en auge en este 2024 en interiores, pero que va estrechamente relacionada con los balcones y terrazas y no es otra que aprovechar la parte baja de las ventanas para instalar bancos (pueden ser en formato mueble, de manera que nos podamos sentar en ellos, pero que también nos sirvan de almacenamiento) en los que poder sentarnos y disfrutar de la entrada de la luz mientras leemos o descansamos.