Las carreteras del futuro ya están en Gipuzkoa

Las carreteras del futuro ya están en Gipuzkoa. Gipuzkoa Living Lab lleva años trabajando en I+D para desarrollar servicios y tecnologías viarias avanzadas de transporte inteligente, seguridad vial y eficiencia energética. Fruto de esa labor, apoyada en la inteligencia artificial, se han desarrollado tecnologías que ofrecen desde ya aplicaciones como la medición de emisión de gases contaminantes (se instalará la primera prueba próximamente en Behobia) y que pronto ofrecerá otras formas de explotación de la información recabada, como puede ser la seguridad de los ciclistas o los peajes inteligentes.

Este paso hacia las carreteras inteligentes puede darse gracias a un sistema de balizas instalado a lo largo de la AP-1 y de la AP-8 que convierte el territorio en pionero en esta cuestión. Está a punto de completarse una primera fase de 24 balizas en las citadas vías. Se trata de unos elementos de comunicación con los vehículos que proporcionan información de cualquier incidencia que se quiera comunicar a los personas usuarias de las carreteras. Hay distintos tipos de mensajes y servicios que comienzan por las incidencias de tráfico o meteorológicas, pero también pueden recabar información como la velocidad a la que pasan los vehículos por un determinado punto, si llevan activados los limpiaparabrisas, las emisiones de gases contaminantes, la presencia de ciclistas en la vía…

La idea es que la información recabada por las balizas se ponga a disposición de las empresas y los centros tecnológicos. Todas las empresas interesadas pueden hacer pruebas en torno a la movilidad para testar tecnologías y nuevos servicios que pueden llegar a ofrecer a través de la nube de datos. Como consecuencia del trabajo que puedan desarrollar estas empresas de ingeniería a partir de los datos que proporcionan las balizas, se podrán ir poniendo a disposición de los conductores distintas aplicaciones.

La siguiente fase va a ser poner a prueba una tecnología de detección de emisiones en Behobia. La prueba piloto de esta tecnología se ha hecho este año en el semienlace de la AP-8 en Orio. Se trata de un sistema que mide dichas emisiones. Así se pondrá a prueba la fiabilidad del sistema y se abrirán las puertas a la tarificación de cualquier peaje en función de la contaminación real del vehículo y no de la teórica.

En Gaintxurizketa está a punto de ver la luz otro proyecto que mejorará la seguridad de los ciclistas, advirtiendo al resto de usuarios de su presencia. Para ello se han instalado unas cámaras que, por visión artificial, identifican a los ciclistas y generan una alarma que lanza aviso de su presencia a los vehículos. A lo largo de 2024, el Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa pretende continuar con el despliegue de balizas, pero en esta ocasión en la N-1 y en la A-15.