Cómo proteger a los más pequeños del sol y las piscinas y playas
Son varios los peligros que pueden hacer de un gran día de verano toda una pesadilla
Martes, 1 de agosto 2023, 10:29
El verano es la época en la que más accidentes sufren los niños durante el año. De hecho, uno de cada tres accidentes en los que un menor de edad es el protagonista suceden en temporada estival. El tiempo libre del que gozan y las múltiples actividades al aire libre que completan aumentan significativamente las probabilidades de que algo les suceda. Un ahogamiento, un golpe o torcedura, algún tipo de infección o alergia, problemas de calor, quemaduras de sol o incluso picaduras provocadas por un insecto suelen ser los imprevistos más habituales. Así, hay una serie de medidas o precauciones que se pueden tomar para reducir el riesgo en la medida de lo posible.
Seguir la regla del 10/20 en piscinas y playas
Cada año, cerca de 30 menores mueren ahogados en nuestro país. Además, todos esos fallecimientos hubieran podido ser evitados si se llegan a tomar las medidas correspondientes. Así las cosas, se recomienda que cuando un niño o niña vaya a bañarse, siempre haya un adulto vigilando sus pasos. Lo ideal sería mirar si todo está en orden cada 10 segundos y mantenerse a una distancia que máximo tardaríamos unos 20 segundos en recorrer para ayudar al menor. Esta técnica se denomina regla del 10/20.
Protección ante los golpes
El verano es una época en la que los niños sufren caídas constantes. Actividades como andar en bici, en patinete o en monopatín es recomendable realizarlas siempre con casco y alguna otra protección extra como coderas o rodilleras. Aún así, el riesgo de que algo suceda sigue siendo alto, por lo que habrá que observar con atención el estado de los menores en caso de sufrir algún accidente. Y ojalá no se llegue a una situación así, pero si el pequeño o la pequeña pierde el conocimiento por una fuerte caída, no hay que dudar en llamar al 112.
Secarlos bien después del baño
Las jornadas de baño de los más pequeños durante la temporada estival suelen ser interminables. Así, una de las partes más débiles son los oídos, que en los niños acostumbran a ser propensos a algúna infección si no se secan adecuadamente. Existe la posibilidad de que se instalen hongos en sus oídos. Si se observa que sufren un intenso dolor o picor, puede que una infección sea el motivo. No son complicadas de tratar puesto que basta con aplicar durante unos días unas gotas especiales en la mayoría de los casos, aunque mejor prevenir que curar.
No infravalorar el peligro del sol y del calor
En verano, el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta significativamente. Pero no solo entre los niños, que son más vulnerables en todo, sino para las personas en general. Precisamente por esa razón es muy importante beber mucha agua para mantenerse hidratado.
Por otro lado, el sol también puede causar grandes estragos en la piel. Nunca está de más echarles crema solar para proteger a los menores, más aún si la ropa que llevan no los protege lo suficiente. Unido a eso, conviene también evitar atuendos de colores vivos, así como olores fuertes de colonias y parecidos, porque será la forma de mantener a raya a los insectos que amenazan con picaduras.