¿Cómo solucionar la incontinencia urinaria femenina?

La incontinencia urinaria femenina es un problema muy presente en nuestra sociedad, cuyas consecuencias sufren el 10 % de las mujeres entre 45 y 65 años, el 25 % de las mujeres entre 65 y 75 años y el 40 % de las mayores de 75 años. Datos significativos que evidencian la relevancia de este mal. Y no es precisamente una patología baladí, toda vez que afecta directamente a la autoestima y a la vida social de las personas que sufren incontinencia.

Uno de los hándicaps añadidos es que únicamente una cuarta parte de las pacientes que padecen de incontinencia consulta a los profesionales y quienes lo hacen llegan a la consulta con una incontinencia severa y con la vejiga caída.

Pero no todas las incontinencias son iguales. De esta forma, podríamos agruparlas en tres bloques bien diferenciados. Por un lado, se encuentra la incontinencia de esfuerzo, es decir, la incontinencia urinaria que aparece después de los partos. El escape ocurre ante la tos, la risa, el correr… es producido por fallo del esfínter urinario.

Otra posibilidad es la incontinencia de urgencia, que no tiene relación con los partos. En este caso, la mujer refiere necesidad imperiosa de orinar (al sentir frío, al tocar el agua, al llegar a casa, al entrar en ascensores...) y no llega al baño, presentando la pérdida, si bien el esfínter urinario está bien. La tercera vía es una combinación de las dos.

Como existen diferentes tipos de incontinencia, también hay un amplio abanico de opciones para solucionar este problema. Por ejemplo, para la incontinencia de urgencia tendríamos múltiples medicaciones orales, la neuromodulación y hasta el bótox inyectado en vejiga.

En el caso de la incontinencia por esfuerzo, una opción muy apropiada es la rehabilitación del suelo pélvico con BTL Emsella. Se trata de un procedimiento sencillo que utiliza la tecnología electromagnética focalizada de alta intensidad para fortalecer la musculatura del suelo pélvico. En tan solo 28 minutos realiza lo equivalente a 11.200 ejercicios de Kegel. Se recomienda realizar este tratamiento una vez por semana durante seis semanas.

Otra posibilidad es Ginelase, el tratamiento con láser vaginal que ayuda al rejuvenecimiento vaginal. En este caso, el procedimiento consta de dos sesiones con un intervalo de cuatro semanas entre ellas. El objetivo de Ginelase es aumentar la nueva formación de colágeno a nivel de las paredes vaginales fortaleciendo de esta manera los mecanismos de continencia.

La última vía para solucionar los problemas de incontinencia urinaria femenina es la cirugía. Hablamos de un procedimiento mínimamente invasivo, de corta duración y que transcurridas 2-3 horas la paciente regresa a su domicilio. Esta intervención consiste en colocar una fina malla entre la uretra y la vagina, presentando una altísima tasa de efectividad (superior al 95 %) y permitiendo volver a su actividad laboral en escasos días.