Cirugía plástica, una cirugía al alcance de todos
El doctor José Manuel Santos resalta cómo el avance de la tecnología ha acercado a todos los estamentos sociales a las diferentes cirugías plásticas
Miércoles, 6 de julio 2022, 09:01
La cirugía plástica es una especialidad quirúrgica que se ocupa de la corrección de todo proceso congénito, adquirido, tumoral o simplemente involutivo, que requiera reparación o reposición, o que afecte a la forma y/o función corporal. Sus técnicas están basadas en el trasplante y la movilización de tejidos y colgajos o incluso de implantes de material inerte. La cirugía plástica reparadora procura restaurar o mejorar la función y el aspecto físico en las lesiones causadas por accidentes y quemaduras, en enfermedades y tumores de la piel y tejidos de sostén y en anomalías congénitas, principalmente de cara, manos y genitales.
Cirugía plástica estética
La cirugía plástica estética, en cambio, trata con pacientes en general sanos y su objeto es la corrección de alteraciones de la forma estética con la finalidad de obtener una mayor armonía facial y corporal o de las secuelas producidas por el envejecimiento. Ello repercute en la estabilidad emocional, mejorando la calidad de vida a través de las relaciones profesionales, afectivas, etc.
De la lectura de los dos párrafos anteriores se deduce la importancia en la formación del especialista en cirugía plástica reparadora para conseguir resultados en la cirugía plástica estética, que es la formación MIR.
En los últimos años, la cirugía plástica estética ha experimentado un gran crecimiento, manifestado en el aumento de intervenciones realizadas año tras año. Los métodos y técnicas son cada vez más sutiles, los resultados mejores, y el breve período de curación, unido a la relativa ausencia de dolor y a la reducción de las cicatrices, animan cada vez a más gente a realizarse una intervención.
En la actualidad, la cirugía plástica estética ya no está exclusivamente al alcance de unos pocos ricos, sino que son hombres y mujeres de todos los estamentos sociales quienes se someten a distintas técnicas plásticas.
Cirugía plástica, una historia compleja
Durante casi cinco siglos, la cirugía plástica era casi exclusiva de los hombres para solucionar estigmas de infecciones como podían ser la sífilis o pérdidas de sustancia faciales derivadas de la guerra, para que en el último siglo la predominancia haya sido en mujeres y que en los últimos años el porcentaje de pacientes masculinos vuelva a aumentar. No debemos de dejar de hacer énfasis en que desde 1846 existe la anestesia, que ha dado a nuestra especialidad una seguridad dentro de la posibilidad de nuestras técnicas.
En los primeros años del siglo XX la conjunción de los efectos de la Primera Guerra Mundial y los comienzos del cine con sus estrellas, en Alemania antes de trasladarse a Hollywood, favoreció el desarrollo de la cirugía plástica estética. Otro acelerón lo podemos asociar a la televisión, con la aparición de series, culebrones y programas en los que la cirugía plástica estética es protagonista e invita a la emulación. Todo ello lleva a que numerosos cirujanos plásticos adviertan del peligro de las expectativas desmesuradas, despertadas en buena parte por estos programas, que hacen creer que todo es posible y que la cirugía plástica estética constituye un bien de consumo más, sin tener en cuenta la información veraz que puede dar el cirujano.
Pero al final, cuando se debate sobre cirugía plástica estética se acaba regresando a la cuestión, y la cuestión es la pregunta sobre qué es la belleza. La ambición por la belleza es tan antigua como el propio ser humano, hasta el punto de ser aplicado el número áureo a la armonía del cuerpo. Pero hay que reconocer que la fachada no basta para ser verdaderamente hermoso o hermosa, sino que hace falta el alma, el aura y cierto carisma para que surja la hermosura. La existencia de la cirugía plástica estética es una bendición, pero la auténtica belleza surge desde dentro. Y esta belleza, como decía Dostoievski, salvará al mundo.
Para terminar, los médicos y cirujanos deben ayudar a prolongar al máximo la sensación de estar a gusto y en forma. Y ahí van unos consejos: no hay que minimizar la importancia de cualquier intervención, a la que se debe acudir siempre acompañado; evite el consumo de tabaco; y ármese de paciencia, pues durante tres a seis semanas tendrá molestias que deberá compartir con su cirujano.
Doctor José Manuel Santos
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