La mayor amenaza para la salud mundial
El clima y las condiciones meteorológicas afectan de muchas y muy diversas formas a nuestro bienestar. A partir de 2030, habrá 250.000 muertos adicionales por ellos
Martes, 12 de abril 2022, 09:20
Según la Organización Mundial de la Salud, el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI, hasta el punto de que, según estimaciones de este mismo organismo, a partir del año 2030 se darán cada año 250.000 muertes adicionales por enfermedades sensibles al clima.
Y es que la salud es y será afectada por los cambios de clima a través de impactos directos (olas de calor, sequías, tormentas fuertes y aumento del nivel del mar), pero también de impactos indirectos (enfermedades de las vías respiratorias y las transmitidas por vectores, inseguridad alimentaria y del agua, desnutrición y desplazamientos forzados). El cambio climático es ya una realidad que, año a año, se recrudece, por lo que no es sólo un problema para las generaciones futuras, ya está sucediendo y nos está afectando. Es una certeza que se registran temperaturas medias más altas cada año y que cada vez más personas se ven afectadas por desastres, enfermedades sensibles al clima y otras condiciones de salud.
Los efectos directos
Los efectos directos que tiene el cambio climático en la salud son los más evidentes y se resumen en lesiones, enfermedades y defunciones por fenómenos meteorológicos extremos, que ganan año a año protagonismo.
Ahora que el verano toca a su fin, es lógico pensar en las olas de calor, cada vez más habituales y duraderas en muchas zonas del mundo, que suelen tener como consecuencia un mayor agotamiento por calor y un exceso de mortalidad. También debemos pensar en las lesiones y las muertes que se dan como consecuencia directa de las inundaciones, las tormentas o los huracanes.
Estos fenómenos extremos tienen consecuencias también para las enfermedades circulatorias y respiratorias, pero suponen también un mayor sufrimiento para los pueblos indígenas y aquellas civilizaciones más tradicionales y que menos capacidad de respuesta tienen ante el cambio climático.
Los efectos indirectos
Los efectos indirectos son más complicados de cuantificar y su relación con el cambio climático no es tan evidente, pero sí existe. Muchos de ellos se dan a través de los sistemas naturales, como es el caso de las enfermedades respiratorias y alérgenos, que muchas veces se agravan por la exposición a los aeroalérgenos, pero también por la presencia de partículas y la alta concentración atmosférica de ozono muy tóxico. También habría que prestar atención a las enfermedades que se desarrollan a partir de una transmisión por los alimentos y el agua y las que se transmiten por vectores o insectos, ya que un clima más cálido favorece su reproducción y resiliencia, lo que propicia la propagación de algunas enfermedades, como la malaria.
Ante el cambio climático hay también grupos vulnerables que exigen una atención especial
Estos efectos indirectos se pueden dar también a través de los sistemas socioeconómicos. La inseguridad alimentaria y el desabastecimiento del agua, por ejemplo, pueden generar una desnutrición que, a su vez, se traduzca en enfermedades. En el ámbito laboral, hay profesiones especialmente expuestas al cambio climático, que puede generar en el trabajador agotamiento por calor, por ejemplo. Además, ante estos fenómenos también existen grupos vulnerables que deben tener nuestra atención, como los niños o los mayores, que sufren especialmente los vaivenes meteorológicos.
Por último, el cambio climático está también muy ligado al estrés y puede hacer especialmente mella en los enfermos mentales.