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R.C.
Víctima de violencia machista, afectada por las pulseras telemáticas

«Nuestra vida peligra, el agresor se podría haber acercado y no pasó nada porque Dios no quiso»

Una víctima protegida con la pulsera telemática enumera los fallos del sistema: trazado inexacto del agresor, falta de alertas urgente y un dispositivo que se rompe

Lunes, 29 de septiembre 2025, 18:29

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Después de varios destrozos que su exmarido hizo en su casa de campo, ella decidió pintarla de azul para que la policía pudiera llegar con ... rapidez a esa zona mal señalizada. Un puente que iba a pasar allí los días encontró un cachorro de podenco ahorcado, colgado en su propiedad. «A mí me encantan los animales, ¿sabes?, y sufrí un impacto brutal», recuerda M. Q., una de las víctimas que padeció también el funcionamiento defectuoso del dispositivo de protección de las pulseras telemáticas y del nuevo centro Cometa. «No era mi perro. Era uno suyo de su red de cazadores. Lo ahorcó con una cuerda naranja. Fue terrible». Unas horas después volvió el hombre para causar más daño, pero la policía le detuvo. Con ese episodio sumado a otros tantos que incluían el destrozo de su coche o de la cerradura de su domicilio en la ciudad, el juzgado decidió reforzar con una pulsera telemática la orden de alejamiento de 500 metros que ya tenía. Era 2015. «Para que te den la pulsera tiene que ser una cosa muy extrema», dice.

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