Los vascos colaboran cada día más con las instituciones mediante denuncias anónimas
La administración abre nuevas ventanillas alentada por el interés de la sociedad. Se puede alertar de fraudes fiscales, de casos de maltrato o de pisos turísticos ilegales
El Gobierno Vasco abrió el pasado lunes un nuevo cauce, a través de su página web, para que los ciudadanos puedan denunciar de forma anónima ... la utilización ilegal de un inmueble particular como piso de alquiler turístico. La iniciativa viene a aumentar el número de ventanillas que las administraciones de Euskadi tienen abiertas para que las personas de a pie puedan aportar información sobre actividades delictivas o prácticas administrativas fraudulentas. El abanico es amplio: los vascos pueden informar sobre empresas o particulares que cometen fraude fiscal; también tienen la posibilidad de aportar datos sobre el cobro irregular de ayudas sociales; sobre el inadecuado cuidado de ancianos en centros asistenciales; o contra la violencia machista o sobre sospechosos de yihadismo. Los últimos datos hablan de que la colaboración es cada día mayor.
«Esto era algo impensable en Euskadi hace 15 o 20 años», afirma César Charro, experto en seguridad. «Venimos de una cultura en la que si una persona habla con la Policía para mejorar la seguridad de la comunidad donde vive, por ejemplo, es tachado de chivato», dice. «Y no es así, en países como Estados Unidos o Reino Unido, es algo normalizado», apunta. Charro ve como «muy positivo» la apertura de este tipo de ventanillas o teléfonos.
También el Ararteko lo considera un paso adelante. «La colaboración ciudadana es un instrumento útil para la aplicación de las políticas públicas y para prevenir conductas antisociales o punibles», afirma Manuel Lezertua. No obstante, advierte de que «la administración, antes de adoptar ninguna medida, deberá tener un especial celo en comprobar la verosimilitud de las denuncias planteadas con el fin de evitar que éstas puedan ser utilizadas de forma malintencionada».
Corrupción y medio ambiente
Pese a que ya hay un buen número de ventanillas para poner en conocimiento de la administración, de forma anónima principalmente, malas prácticas o incluso delitos, muchos ciudadanos y asociaciones civiles reclaman aún más cauces para canalizar denuncias relacionadas con la corrupción o actividades que atentan contra el medio ambiente.
La puesta en marcha de mecanismos para luchar contra la corrupción sigue siendo una asignatura pendiente en Euskadi, donde no hay, por ejemplo, una Fiscalía Anticorrupción, como en otras comunidades. Las administraciones vascas han avanzado en transparencia, pueden obtener, entre otros, información sobre contratación pública, pero no hay un cauce para denuncias.
El otro vacío tiene que ver con las malas prácticas medioambientales. «Recibimos varias consultas a lo largo del año de ciudadanos que quieren denunciar pero no lo pueden hacer anónimamente o se les exige acudir a la vía judicial», explican desde Greenpeace.
Lanbide apenas registra denuncias pero tampoco se informa de ello
Lanbide es otra de las instituciones vascas que recoge denuncias ciudadanas para su investigación. Se pretende perseguir posibles abusos en la concesión de ayudas sociales. «Son muy pocas las que recibimos al año», afirma un portavoz. Los avisos pueden ser anónimos y basta una simple llamada para que la operadora tome nota de los datos o pruebas que demostrarían el fraude.
El gran problema es que no existe una ventanilla como tal y apenas hay información sobre este particular. Además de por vía telefónica, «se pueden canalizar las denuncias a partir del formulario de quejas y sugerencias de la web». Lanbide cuenta, además, con un oficial de la Ertzain-tza permanentemente trabajando en la institución gracias a un acuerdo firmado con el departamento de Interior.
También en el ámbito de los Servicios Sociales, las diputaciones cuentan con un sistema de avisos para alertar de posibles malas prácticas en las residencias de mayores.
En el ámbito ya más policial, los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado tienen en sus páginas en internet un apartado destinado a que los ciudadanos puedan aportar información sobre hechos delictivos relacionados con el terrorismo, la trata de mujeres o la delincuencia organizada. La Ertzaintza pone a disposición de los vascos el número gratuito 900 840 843. También tiene habilitado un formulario anónimo en su web. El objetivo es que los ciudadanos puedan aportar «información que pueda ser de interés para abordar la delincuencia organizada de cualquier tipo, el fenomeno del islamismo radical, la violencia de inspiración política o la islamofobia».
Con respecto al tráfico y explotación de mujeres, la Policía Nacional pone a disposición de los ciudadanos el teléfono 900 105 090. El año pasado recibió 932 llamadas en toda España, mientras que llegaron 1.417 emails a la cuenta de correo electrónico trata@policia.es .
El 15% de las llamadas al 016 contra el maltrato son de vecinos
En septiembre de 2007, el Gobierno central puso en marcha el teléfono contra el maltrato 016. Un año antes, el Gobierno Vasco había activado el 900 840 111 con idéntico fin. Son dos vías de denuncia que no dejan rastro en la factura (sí en el apartado de llamadas realizadas que aparece en el menú de un móvil). Resultan totalmente anónimas y tienen por objetivo prestar asesoramiento o poner en conocimiento de las autoridades un posible caso de violencia de género. Con el servicio pueden comunicarse tanto víctimas como familiares o cualquier otra persona que haya conocido un caso de este tipo.
De hecho, según las estadísticas de estos dos números, que llevan ya trece y doce años de andadura, respectivamente, cerca del 15% de las llamadas son realizadas por vecinos o ciudadanos que sospechan o han sido testigos de maltrato hacia las mujeres. Los operadores del Ejecutivo autonómico suelen registrar entre 4.000 y 5.000 casos a lo largo del año.
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