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L. G.
Lunes, 20 de enero 2025, 10:08
Un joven vasco ha relatado su experiencias durante su Erasmus. Julen, del País Vasco, compartió recientemente en un vídeo su experiencia durante un Erasmus en Italia, donde convivió con un grupo numeroso de estudiantes andaluces. El joven valora positivamente su experiencia pero reconoce que «somos totalmente distintos».
«Yo soy vasco, ¿vale? Y yo me fui de Erasmus a Italia el año pasado. Entonces, hicieron un grupo de WhatsApp y me di cuenta de que la mayoría o más de la mitad eran andaluces. Me puse un poco nervioso, porque nunca había conocido a nadie fuera del País Vasco y sabía que había un choque cultural entre vascos y andaluces», confesó Julen al inicio del vídeo.
Con un toque de humor, Julen explicó cómo se preparó para la experiencia viendo monólogos de Dani Rovira, una estrategia que le ayudó a familiarizarse con el carácter extrovertido y enérgico de los andaluces. Sin embargo, el primer encuentro lo dejó descolocado. Durante una visita a la casa de unas chicas, un compañero sevillano le soltó un comentario que lo dejó sin palabras: «¿Qué yo? ¿Qué eres? ¿El segurata de la caza?».
«Me quedé completamente indefenso, ¿qué digo? Nadie me ha llamado 'quille' en mi vida», explicó Julen, aún divertido por la situación. Añadió que los andaluces pasaron la noche entre palmas y flamenco, lo que lo llevó a plantearse abandonar la experiencia el primer día: «Casi llamé a mis padres y les dije, tú, es que me quiero pirar de aquí».
Sin embargo, a medida que pasaron los días, Julen logró entender mejor a sus compañeros, y ellos hicieron lo propio con él. Según sus palabras, el choque cultural se transformó en una lección de convivencia y aceptación. «Acabó siendo una gozada. Somos totalmente distintos, pero eso no fue un impedimento para llevarnos bien. Al final me llevé muy buena relación con muchos de ellos».
Julen destacó que la diferencia entre el carácter más reservado de los vascos y la explosividad de los andaluces fue inicialmente abrumadora, pero terminó siendo el punto de partida para un enriquecedor intercambio cultural. «No creo que haya un choque más grande que un vasco y un andaluz, pero, oye, al final demostré que podemos llevarnos bien», concluyó con una sonrisa.
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