El tratamiento para crecer de un menor enfrenta a su familia con Salud en los tribunales
El Gobierno vasco recurre ante el TSJPV el fallo de una jueza de Donostia que condenaba a Osakidetza a costear los gastos realizados en un hospital privado tras ser denegado en el sistema público
Aitor Ansa
Jueves, 11 de septiembre 2025, 16:58
Yeray Rodríguez es un chaval de 15 años de Lasarte-Oria que vive una situación muy especial. Mide apenas 1,39 metros de altura y ... no pasa de los 34 kilos de peso. Es decir, lo equivalente a un niño de 8 o 9 años. En su casa lo tienen claro. Apenas crece y necesita que le administren la hormona de crecimiento para poder asemejarse a alguien de su edad. Sus padres llevan dos años batallando con Osakidetza para que financie un tratamiento que en estos momentos están costeando de manera privada. El Departamento de Salud considera que el menor no cumple los requisitos necesarios para que se le suministre este medicamento y ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) la sentencia de un juzgado de Donostia que condenaba al Gobierno vasco a hacerse cargo de los casi 16.000 euros que los padres del niño llevan abonados para tratar a su hijo.
El pequeño tiene una salud complicada desde que nació con el intestino fuera de su cuerpo, lo que le impide asimilar todos los nutrientes de los alimentos. Mientras el intestino delgado tiene un tamaño aproximado de 8 metros en el cuerpo de cualquier ser humano, el de Yeray apenas alcanza el metro de longitud tras las once operaciones a las que fue sometido cuando era pequeño. Un órgano en muy mal estado, lleno de cicatrices y magulladuras, cuyo mal funcionamiento genera que se inflame y cada cierto tiempo haya que intervenirle. «Le dieron un año de vida», recuerda su madre, Patricia Martín.
Hace unos años, un médico en Madrid –la patología del chaval debe ser tratada allí porque aquí no existe esa especialidad– les recomendó que le suministraran hormonas de crecimiento. Con esa premisa preguntaron por el tratamiento en el Hospital Donostia. «Pensábamos que la baja estatura de mi hijo se debía a su problema intestinal y a algo más, pero en Osakidetza no vieron necesario hacerle más pruebas y achacaron todo a sus problemas en el intestino», explica la progenitora de Yeray, al que sometieron a una analítica que arrojó el dato de que el menor estaba por debajo de los niveles recomendados para un niño de su edad.
Mientras esperaban el visto bueno del Servicio Vasco de Salud, sus padres comenzaron a costearle un tratamiento de hormonas en la privada. «Tiempo era precisamente lo que no teníamos porque en cuento se cierran los huesos de la muñeca ya no hay nada que hacer», rememora Patricia, que recuerda estar «convencida» de que Osakidetza daría luz verde al tratamiento. Sin embargo, los hechos no ocurrieron así y la familia recibió una negativa tras otra.
Vía judicial
Gracias a un abogado que les está llevando el caso de manera gratuita, la familia decidió recurrir hace dos años a la Justicia ordinaria mientras en este tiempo han continuado costeando de manera privada el tratamiento de su hijo, que ha crecido 13 centímetros desde entonces. Son unos 1.000 euros de gastos al mes para una familia que reconoce que sin la ayuda recibida por vecinos y otras entidades no podría haber hecho frente. «Prefería gastarme el dinero en el tratamiento que en abogados», reconoce su madre.
El Juzgado de lo Social Nº2 de Donostia condenó el pasado mes de mayo al Departamento de Salud a abonar a la familia del menor los gastos realizados durante el tratamiento de hormona de crecimiento en los que ha incurrido en un hospital privado. La jueza, tras escuchar a ambas partes en el juicio celebrado en marzo, estimaba que «el menor cumple con todos los requisitos legales y necesarios» para que se le autorice dicho tratamiento, haciendo hincapié en que, «sin género de dudas», este tratamiento «entra dentro de la cartera de servicios» de Osakidetza.
El Gobierno vasco, sin embargo, ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) este fallo señalando dos motivos principales. Salud considera que no existía «un supuesto de urgencia vital» para administrar el tratamiento al chaval.Además, asegura que «la talla baja secundaria a un síndrome de intestino corto no está dentro de las indicaciones médicas del tratamiento con hormonas de crecimiento, así como tampoco está recogida su administración en la ficha técnica del fármaco», razón por la cual el Comité Asesor, el órgano encargado de dirimir estas cuestiones, dio su negativa en dos ocasiones, en abril y junio de 2023.
La madre del menor, por su parte, ha vuelto a solicitar el tratamiento a Osakidetza con una petición a la gerencia del Hospital Donostia en la que pide que se cumpla la sentencia judicial, al mismo tiempo que el abogado de la familia ha respondido al recurso interpuesto por el Ejecutivo autonómico. «Sinceramente, no esperaba que Salud recurriera.Cuando lo supe me eché a llorar. Además, venimos de un juicio que ya fue muy complicado. Tuvimos que escuchar cosas muy duras», reconoce.
La progenitora -tal y como relata 'El Correo'- asegura que desde que Yeray sigue el tratamiento de hormonas «ha crecido 13 centímetros» y está «muchísimo mejor. Antes ingresaba unas 8 veces al año, y ahora llevamos ya más de un año sin ingresar». Pero siempre hay alguna recaída, sobre todo en el aspecto psicológico. «El niño es la leche, pero claro que ha tenido sus momentos. Si ya un adolescente es complicado, imagínate con estos problemas. Va a clase con chavales que le sacan tres cabezas... Incluso alguna vez ha llegado a decir que se iba a suicidar. Aunque tenga 15 años se entera de las cosas, y no entiende por qué no le dan la medicación. Si no se la dan a este niño, ¿a quién se la dan?», se pregunta.
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