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Un agente de la Guardia Civil de Zaragoza realiza un control de alcoholemia.
El crecepelo y otras excusas del chófer

El crecepelo y otras excusas del chófer

El conductor ha sido condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad por circular bajo los efectos del alcohol y a seis meses de prisión por negarse a realizar la prueba de alcoholemia

Gabriel González

Miércoles, 19 de junio 2024, 09:31

Primero fingió que no sabía español para evitar hacer la prueba de alcoholemia. Después, para justificar que su camión circulara dando bandazos, apuntó que podía ser debido a los efectos del tratamiento de crecimiento de pelo. Pero el olor a cerveza era tal en la cabina, con una litrona vacía por el suelo, y los signos externos de embriaguez eran tan evidentes que, a pesar de no contar con un resultado positivo, el conductor ha sido condenado por dos delitos: a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad por circular bajo los efectos del alcohol y seis meses de prisión por negarse a realizar la prueba de alcoholemia. Además, se le retira el carné por dos años.

Según informa Diario de Navarra, en enero del año pasado, el camión fue interceptado en la PA-30 por la Guardia Civil después de que un testigo avisara sobre las diez menos cuarto de la noche de que un camión articulado circulaba por la AP-15 «dando bandazos». Con el camión detenido, un agente de Tráfico fue a identificar al conductor, de origen ucraniano, y nada más abrir la puerta percibió «un fuerte olor a cerveza y una litrona vacía caída en el suelo», según se refleja en la condena, del Juzgado de lo Penal nº 2. En un primer momento, el conductor se mostró «educado», se identificó y entregó la documentación. Pero cuando le requirieron para someterse a la prueba de alcoholemia, «empezó a fingir que no entendía español». Después de que el agente le diera varias explicaciones, incluso con gestos, el chófer accedió a someterse a la prueba. Solo que la boicoteó. «Retenía el aire en los mofletes, lo tragaba, o dejaba transcurrir el tiempo para invalidar la prueba...». Cuando los guardias civiles desistieron, el acusado les pidió que le sacaran sangre, algo que no fue aceptado. En esos momentos presentaba síntomas como «un fuerte olor a alcohol, ojos vidriosos y pérdida de verticalidad».

El conductor recurrió la condena, que ha sido confirmada por la Sección Primera de la Audiencia. Los magistrados rechazan que no supiera español, pues atendió perfectamente la primera parte de la conversación y lleva cuatro años en España en situación regular. Su defensa alegaba también que las cervezas tenían agua y que todo se debía a que el camionero se encontraba tomando un tratamiento de crecimiento de pelo que contiene un elevado componente de alcohol.

La Audiencia responde que la prueba de sangre solo se hace para contrastar el test indiciario, algo que en este caso no tenía sentido porque el chófer se negó. Sí ven probada la influencia de la bebida con «la conducción irregular, el fuerte olor a alcohol del camionero y la presencia de botellines de cerveza en la cabina». Al contrario, no aprecian ninguna prueba sobe esa posible influencia del tratamiento capilar: la defensa solo presentó unas recetas y unas fotocopias... de Wikipedia.

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