Un avión choca con un buitre cuando iba a aterrizar en Loiu
El aparato tomó tierra sin problemas pero el impacto, que dejó una abolladura en un motor, reabre el debate sobre la seguridad en la terminal
josu garcía
Martes, 18 de agosto 2020, 14:30
Un avión que se disponía a aterrizar procedente de Lanzarote chocó ayer contra un buitre a ocho millas -12,8 kilómetros- del aeropuerto de Loiu. El aparato tuvo la suerte de que el ave se estrelló contra la carcasa del motor derecho, por lo que el impacto no afectó al corazón de la turbina. El comandante se percató inmediatamente, avisó a la torre de control y el 'Airbus 320', con capacidad para 180 pasajeros, aterrizó con normalidad al no verse afectado ninguno de sus sistemas.
«Ha sido un susto importante y ha habido mucha suerte», reconocieron fuentes aeroportuarias. «Ha estado a un palmo de distancia de impactar de lleno con los álabes, lo cual habría resultado muy comprometedor». Eso fue, precisamente, lo que sucedió hace ahora dos años. El 29 de julio de 2018, un avión que había despegado de 'La Paloma' engulló un buitre cuando ascendía sobre Getxo y tuvo que regresar de urgencia al aeropuerto con un solo propulsor al averiarse el que había resultado afectado por el golpe. Unos meses antes, otro aparato había absorbido otra gran planeadora en la vertical de Zamudio, cayendo restos de la aeronave sobre una zona habitada. Aquellos dos percances generaron una profunda preocupación entre los pilotos y también en los municipios que rodean el aeródromo. Una crisis que hasta ayer permanecía latente y que ahora vuelve al primer plano de la actualidad.
El incidente de ayer afectó al vuelo VY3281 de Vueling, que había partido a las 09.58 horas de Lanzarote. Sobre la una y veinte el aparato impactó contra el buitre. Se trataría de un ejemplar adulto, de gran tamaño, según las fuentes consultadas. Parte del animal quedó dentro del ventilador del motor.
«Ha sido un susto importante y ha habido mucha suerte», reconocieron fuentes aeroportuarias
«No ha habido ningún riesgo»
Tras el choque, que fue percibido por la tripulación, se activaron los protocolos establecidos para estos casos. «No ha habido ningún riesgo», explicaron fuentes de Vueling. Al cierre de esta edición, el avión afectado permanecía en las instalaciones de Loiu a la espera de revisión.
El número de avistamientos había crecido de manera alarmante entre 2014 y 2018 y, ante las quejas y exigencias de medidas, la entidad que gestiona el aeródromo (Aena) prometió que trabajaría para minimizar los riesgos. Desde entonces no había habido colisiones, aunque sí avistamientos. Eso sí, el año pasado se produjeron tres episodios que estuvieron muy cerca del impacto.