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La estación de esquí de Astún ha reabierto este domingo sus pistas con normalidad después de que el sábado un fallo mecánico en el telesilla del Canal de Royo provocara una decena de heridos, dos de ellos -ambas mujeres- de gravedad. El último balance ... hecho público por el Gobierno de Aragón, la mayoría de heridos, cerca de la treintena, se encuentra en buenas condiciones y solo preocupa el estado de salud de dos esquiadoras que en la jornada de ayer fueron trasladadas de urgencia a dos hospitales de la región.
Las autoridades continúan con la recopilación de pruebas para completar la investigación de lo acontecido. Las primeras indicaciones, afirman las autoridades aragonesas, apuntan al fallo de la polea de reenvío de Canal Roya lo que ha provocado que el cable de la infraestructura se haya quedado retenido en la pilona del reenvío.
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Decenas de esquiadores salieron despedidos por la sacudida y otros se quedaron literalmente colgados, incluso con la silla del revés. Como es habitual en esta estación -que fue evacuada tras el percance-, eran numerosos los guipuzcoanos que se encontraban en la zona. Entre ellos, el donostiarra Carlos Iraola, su esposa, Ana Martínez, y sus hijos fueron testigos del accidente ocurrido justo al final de la cumbre de Canal Roya. «Se ha soltado un cable del telesilla. Algunos niños han salido despedidos desde gran altura por la fuerte sacudida y el violento balanceo. No han tenido tiempo para reaccionar. Otras personas han optado por saltar a tierra firme llenos de pavor. De repente todo ha sido todo un caos», relató el matrimonio a DV desde la cafetería, donde intentaban reponerse del «impresionante» momento vivido y sin poder quitarse aún el «susto tremendo» del cuerpo.
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Era palpable el nerviosismo de ambos durante la conversación telefónica. Se oía mucho ruido de fondo. El establecimiento se llenó de alarmados esquiadores y el lugar se convirtió en un hervidero de comentarios, en el que cada cliente tenía su versión de lo sucedido. «Nada más producirse el accidente la gente ha ido abandonando las pistas y en pocos minutos todas han quedado vacías», relataron Carlos y Ana.
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El matrimonio se percató de la gravedad de la situación al ver el amplio despliegue que accedía a la estación. «Han llegado agentes de la Guardia Civil, militares con raquetas para auxiliar a los afectados que estaban más arriba y al menos seis helicópteros sobrevuelan la zona. Nos han dicho que hay varios heridos», lamentó el esquiador donostiarra. Según confirmó, se pidió a los usuarios que sacaran sus vehículos de los aparcamientos para facilitar las labores de los servicios sanitarios y las fuerzas de seguridad. Al final la estación fue evacuada.
Carlos Iraola y Ana Martínez destacaron que unos amigos suyos estaban justo a punto de subirse al telesilla cuando tuvo lugar el accidente. Generalmente, esta familia donostiarra suele practicar su deporte favorito en las estaciones de Panticosa o Formigal, «porque son mejores para nuestros hijos», pero ayer se decantaron, «por casualidad», por visitar Astún junto a otro matrimonio. A buen seguro que nunca olvidarán lo ocurrido. Hoy tenían previsto retornar a San Sebastián para vivir la fiesta de la Tamborrada.
Otro testimonio recogido por DV es el de Pablo Moreno, un madrileño que se había desplazado a la estación de Astún junto a un amigo. Los dos estaban montados en el telesilla cuando, según explicaron, se percataron de que de pronto algunas ruedas se doblaban y se soltaban unos cables.
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Pablo Moreno señaló que sintieron un fuerte golpe, «como si se hubiera producido un terremoto», y reaccionó saltando «desde el telesilla» junto con su amigo. Afortunadamente ambos cayeron en una zona de tierra llana cubierta de nieve. «Otras personas lo han hecho sobre un terreno inclinado y seguro que han sufrido heridas más graves», remarcó tras resultar ileso.
Este madrileño es miembro de un club de esquí de Astún, y recalcó que «es la primera vez que vivo un accidente tan espectacular y grave en esta estación, y espero que sea la última».
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