La reina del baño más limpio de San Fermín: «Hacemos fiestas privadas en los baños. Cantamos canciones»
Kristina Zarza Martín lleva tres años trabajando en San Fermín, en lo que a simple vista parece un empleo sencillo: limpiar baños
Gael Laspalas
Martes, 15 de julio 2025, 13:45
En medio de la marea de pañuelos rojos, hay un rincón subterráneo, curiosamente ordenado, en la Plaza del Castillo: los baños. Y no son unos ... baños cualquiera. Son los más limpios de San Fermín, como bien relata la protagonista de esta historia en Diario de Navarra, Kristina Zarza Martín, una joven de 19 años «de la Rochapea de toda la vida», que se ha convertido en todo un personaje del lugar.
«Me llamo Kristina, con K. Con K, es súper importante, para que no me pongan con C», dice. Estudia peluquería en Ramiro Mata Tudela, a donde va y vuelve cada día desde Pamplona. «Con el bono de la FED, por 20 euros tengo para cuatro viajes. Y con el Verano Joven, tengo trenes por un euro», explica.
Kristina lleva ya tres años trabajando en San Fermín, en lo que a simple vista parece un empleo sencillo: limpiar baños. Pero la historia va un poco más allá. Todo empezó en familia: «El primer año estuve de turno de tarde con mi madre, y mi abuela estaba de mañana, esto viene de familia».
«Me pusieron de jefa de turno de tarde, y mi madre, jefa de turno de noche». Y aunque en una ocasión su abuela tuvo que dejarlo por una operación, Kristina quiso probar sensaciones nuevas. «El año pasado me puse de noche para disfrutar mis 18 años. Dije, vamos a disfrutar un poquito del tema», dice riéndose. Pero no todo es trabajo, trabajo y más trabajo. Ha convertido los turnos en un espectáculo. Literalmente. «Hacemos fiestas privadas en los baños. Cantamos canciones», cuenta.
El baño más limpio de Navarra
«Estos baños no solo fueron calificados como los mejores de San Fermín, sino los mejores de toda Navarra. Porque hay papel en todas las cabinas, están limpios y huelen a lejía», puntualiza. Y remata: «Aquí limpiamos cada cinco minutos. Si los usuarios tienen que esperar, tienen que esperar. De otra no queda».
Se toma su trabajo con seriedad: «Si habéis hecho vuestras necesidades, habéis salido, pues ya está. No os quedéis ahí de fiesta, dejad que los demás puedan entrar», dice.
No evita hablar de las diferencias que ha notado entre el trato que recibe ella y el que reciben otras compañeras. «A mi compañera Ángela no le tienen respeto. Se le ponen a chillar en el baño y no le hacen caso. No me gusta nada que haya ese tipo de discriminación, pero no podemos hacer mucho».
Y fuera de San Fermín, ¿Kristina es siempre así? «Soy muy positiva. Yo creo que 340 días del año estoy súper bien. Igual hay 20 que estoy más cansada, pero el resto, positiva a tope». En una fiesta que muchas veces se convierte en exceso y descontrol «le echo salero al tema», resume con una sonrisa.
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