«Empezamos a perder la intuición cuando vamos al colegio»

– ¿Se puede definir la intuición o es algo que solo se puede intuir?

– La intuición es algo que todos tenemos, que todos hemos experimentado alguna vez, lo que pasa es que la intuición no es amiga de la razón, va por delante, si no la escuchas se pierde. La intuición se confunde con la prevención. La capacidad preventiva es importante pero marca un límite, cuando resulta que la intuición marca la posibilidad, el camino a seguir más correcto. Muchas veces comprobamos que la razón, que va por detrás, nos lleva a reconocer que desde el primer momento teníamos la creencia de que ese camino era el correcto o el equivocado. ¿Cuántas veces hemos dicho de algo que ya lo sospechábamos?

– ¿Nacemos con la capacidad de la intuición?

– Nacemos con esa capacidad porque de lo contrario no podríamos sobrevivir. Los seres humanos somos los mamíferos más frágiles de la naturaleza, necesitamos dos años para poder tener una cierta ligera autonomía y aún así a esa edad un niño se moriría sin la protección directa de sus padres. Si hemos sobrevivido a esa naturaleza tan frágil después de tantos siglos es por esa capacidad de intuición que tenemos y que es muy acusada cuando somos muy niños. De hecho, un niño sabe inmediatamente a quién quiere acercarse y de quién quiere alejarse. Eso se llama intuición, es una sabiduría innata que vamos perdiendo a lo largo de los años porque le damos mucho más trabajo y esfuerzo a la razón.

– ¿Cómo empezamos a perder la intuición?

– Estudiando, yendo al colegio, cuando te dicen que utilices la lógica, que algo no es lógico. Así es como empezamos a creer que somos lo que pensamos, cuando la intuición va mucho más allá. Tiene mucho que ver con la supervivencia, y con una solución de problemas relativamente rápida. Y tiene mucho que ver con esas situaciones negativas que sostenemos en el tiempo porque las hiperanalizamos hasta el extremo de no saber ya cuál es el problema o porque miramos hacia otro lado y escapamos de ello.

– ¿La escuela nos hace perder la intuición?

– La escuela hace aquello para lo que está diseñada, que es formar la razón. Está para lo que está, lo que es bueno, pero se ha castigado mucho la creatividad. Cuando haces una pregunta en un examen a un niño y llevado por su intuición y creatividad llega a un resultado que igual no es el que sale en el libro pero igualmente es un gran resultado, es algo que no se valora. En la escuela española no se ha valorado la capacidad de creatividad, de encontrar soluciones nuevas a los problemas. Curiosamente en el mundo de la empresa resulta que triunfa aquella persona que genera una idea nueva.

– ¿Debemos seguirla siempre?

– Hay que seguirla siempre, lo que pasa es que no nos hemos acostumbrado a hacerlo. Tiramos de la hiperdemostración, de que a mí me lo demuestren, que me lo digan, que me lo cuenten, o lo tengo que reflexionar, lo tengo que contrastar, lo tengo que comprobar.... Si tú sigues el camino de la intuición será un camino correcto, pero tienes que caminarlo tú y tienes que hacerlo lo mejor que sepas y puedas. Esto no quiere decir que sea un camino de rosas, pero es el que te va a llevar al fin que a ti te conviene.

– ¿La intuición nunca se equivoca?

– Nunca se equivoca. Si hemos llegado hasta aquí será por algo que tenemos desde que el instante en el que nacemos.

– ¿Y dónde queda la razón?

– La razón es la compañera, va después. Si la intuición es el maestro, la razón es el siervo. La razón se tiene que poner a disposición de la intuición y no al revés. Primero va la intuición y después la razón para llevarla a cabo.

– ¿Tenemos sobrevalorada a la razón?

– Claro que la tenemos sobrevalorada. En el colegio la premian mucho y hacen bien porque es a lo que están, pero la intuición se va dejando de lado. Se confunde con impulso, con instinto o con prevención, pero son cosas diferentes.

– También ha hablado en el curso de espiritualidad.

– Están íntimamente ligados. La espiritualidad es un sentido de la trascendencia, es algo que no puedes explicar, que ni siquiera estás seguro de ello pero que lo sientes como una certeza que te hará dudar continuamente de ella pero que persiste a pesar de todo. Es algo que va más allá de ti y de la razón, algo que justifica el mismo movimiento de la vida en la naturaleza, en el ser humano, la razón por la que existimos.

– ¿Se puede ser espiritual sin un dios?

– Puedes no llamarlo dios, pero la espiritualidad tiene que ver con algo mucho más grande que tú. Llámalo dios, universo, fuerza superior. Es algo que va más allá de la pequeñez que realmente es la razón y que nos mueve a la vida.