«Ya estamos vacunadas mi hija y yo; de aquí nos vamos a celebrarlo»
La inmunización de mayores de 80 continúa en Euskadi ajena al caso de AstraZeneca. Ayer hubo colas en Illunbe
Maritxu y su hija eran ayer la viva imagen de la felicidad y la esperanza. La ama aguardaba ansiosa el momento de ser vacunada ... contra el Covid. Ese día llegó ayer. A sus 87 años, recibió la primera dosis de la inmunización pocos días después que su hija, que había pasado el trámite entre semana. «Es el principio del fin», clamaba sonriente y tras sorprender a propios y extraños con un bailecito para animar el ambiente. «En cuanto me pinchen, nos vamos a celebrarlo», admitía.
Maritxu Ibarzabal, vecina de San Sebastián, era una de las personas mayores de 80 años que ayer estaban citadas en Illunbe para ser vacunadas. En medio del caso AstraZeneca, del que este colectivo es ajeno ya que la fórmula británica ha estado limitada hasta hoy a menores de 55 años profesionales de determinados colectivos considerados esenciales, el proceso de inmunización ha continuado en Euskadi para los receptores de Pfizer y Moderna. Según el calendario establecido, sigue siendo el turno de los mayores de 80 y 90. Aunque al ralentí, Illunbe, hospitales, determinados centros de salud y algunos recintos de apoyo han seguido actuando durante la semana como centros de vacunación para este colectivo.
Como en días anteriores, la afluencia en la mañana de ayer a Illunbe era inferior a la de los días que precedieron a la suspensión temporal de la dispensación del compuesto de Oxford. No había policías, ni profesores, ni fisioterapeutas, ni veterinarios... Solo ancianos no residentes en residencias y sus acompañantes.
A pesar de ello, había cola. Un ligero retraso en la llegada de los viales propició que las puertas abrieran unos minutos más tarde de lo previsto y la demora se acumulase durante los primeros momentos. El personal de DYA que participa en el operativo no tardó en sacar unas sillas para que los pacientes pudieran aguardar su turno sentados. Alguno optó por esperar en el coche del hijo que ejercía de acompañante, a pesar de que el tiempo animaba a sentarse al sol y disfrutar de una jornada que amaneció primaveral. Eso sí, bien abrigado para soportar el fresco que dejaba el viento norte.
Otra donostiarra, Pilar Rubio, de 96 años, era la primera de la lista. Con la misma ilusión que Maritxu, recibió la dosis con la que gana en «tranquilidad» y gracias a la cual confía en recuperar dentro de no mucho tiempo «la vida a la que estábamos acostumbrados».
A recuperar el ritmo
La imagen de Illunbe copado en exclusiva por octagenarios y nonagenarios no tardará en desaparecer. La vuelta el miércoles al suministro de vacunas de AstraZeneca devolverá al multiusos donostiarra a profesionales esenciales de diferentes edades.
Euskadi recuperará así un ritmo de vacunación que había empezado a tomar velocidad de crucero con cerca de 70.000 inyecciones por semana cuando surgió la crisis de los trombos. El Gobierno Vasco aspira a recuperar el tiempo perdido en el parón con nuevas vacunaciones masivas en frontones, Illunbe e incluso el Reale Arena, siempre que lleguen las vacunas suficientes.
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