Txagorritxu, líder en la investigación forense del ataque del virus a órganos
Un equipo de anatomopatólogos con medidas especiales de protección analiza cuerpos de personas de entre 44 y 89 años
Rosa Cancho
Domingo, 8 de noviembre 2020, 08:21
Los expertos en patología del cuerpo humano e infectólogos alaveses pretenden ayudar a saber los mecanismos por los que el Covid-19 provoca daños irreversibles y fatales en grupos muy concretos de pacientes. La experiencia médica, las analíticas, las monitorizaciones y las pruebas diagnósticas por imagen permiten identificar las causas de fallecimiento de las víctimas de este nuevo patógeno, pero observar con ayuda del microscopio cómo se ha producido la destrucción de órganos y tejidos es algo que no está al alcande de todos los hospitales.
En Euskadi, solo el HUA Txagorritxu tiene profesionales y equipos preparados para hacer autopsias de personas que han fallecido a causa del SARS-CoV-2. Desde mayo, han hecho 16 de las 45 que se han realizado en toda España, lo que coloca a los alaveses a la cabeza de estas investigaciones. «Ha habido un millón de muertes atribuibles al Covid-19 y se habrán hecho unas 250 o 300 autopsias en todo el mundo. En Euskadi estamos a una alta capacidad», revela la jefa de la Unidad de Gestión Clínica de Anatomía Patológica de la Osi Araba.
Isabel Guerra dispone en Txagorritxu de una sala de bioseguridad de nivel tres que le acredita para realizar este tipo de exámenes bajo estrictas medidas de precaución. Solo siete hospitales de toda España participan en este primer estudio estatal. «Ya se sabía que provocaba lesiones pulmonares y sistémicas, generalizadas a otros órganos, y eso es lo que estamos viendo», apunta.
Son los especialistas de Medicina Interna e Intensiva los que se dirigen al equipo de Guerra para solicitar autopsias de determinados casos que consideran importantes para avanzar en el conocimiento de la Covid y tratar de reducir su letalidad.
Desde mayo lo han hecho en 16 ocasiones y Anatomía Patológica ha pedido siempre permiso a los familiares. Se trataba de 15 hombres y una mujer que van a ayudar a que avance la ciencia. Tenían edades entre los 44 y los 89 años y la media es de 73 años, detalla la especialista. Entre los fallecidos hay un perfil que es algo más frecuente que los demás y es el de un «hombre de más de 70 años, fumador, con sobrepeso y enfermedad respiratoria (EPOC)». «Lo que les hizo morir fue un fracaso multiorgánico, aunque el del pulmón es el que más importancia tiene», concluye.
«Vemos afección en el alvéolo y distrés. Empiezan siendo cambios inflamatorios y se convierten en áreas de fibrosis pulmonar que lo ocupan casi todo». Pero hay lesiones a nivel general. «Los vasos sanguíneos tienen trombos; se inflaman y producen microtrombos en pulmones, hígado, intestinos...», añade.
Los anatomopatólogos han encontrado degeneración grasa en el hígado «que no sabemos si es por el virus o por las medicaciones» y daños hasta en las vías biliares que dan lugar a sepsis.
El equipo de Txagorritxu emplea casi una semana con cada caso y desmenuza los hallazgos. Entrega un informe detallado a los especialistas que solicitaron la autopsia y, de manera paralela, prepara un artículo que presentarán en un congreso en 2021.
«Es un trabajo apasionante, tenemos la oportunidad de contribuir a arrojar conocimiento sobre una enfermedad que es desconocida. Nuestros compañeros de Intensivos e Interna están encantados porque son casos muy complicados y lo que hemos encontrado les permite vigilar determinados indicadores», explica Guerra. Y esto no acaba con la autopsia. Txagorritxu es la sede del Biobanco Vasco de Tejidos y ahí quedan depositadas muestras que pueden solicitar los investigadores.
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