Sindicatos alertan ya de una reducción de las cirugías para disponer de camas en las UCI

Han transcurrido ocho meses de pandemia y el personal sanitario está agotado «física y psicológicamente». «¿Cuántas muertes se pueden tolerar emocionalmente?», se preguntaba una trabajadora. Están exhausto, dicen, por la carga de trabajo sobredimensionada, por la falta de personal y, sobre todo, una «falta de planificación» ante una segunda ola que pese a preverse, consideran que no se ha querido atender como es debido. Los sindicatos de la sanidad pública han celebrado esta mañana la segunda jornada de huelga, en este caso en los centros de salud, ambulatorios, consultorios y hospitales de Gipuzkoa, para denunciar las «graves deficiencias estructurales», que se han agravado con la pandemia, han coincidido todas las centrales con representación en Osakidetza (SATSE, ELA, LAB, Sindicato Médico, CC OO, UGT, ESK, SAE y UTESE).

Y la problemática del servicio vasco de salud, advierten, ya está empezando a tener su efecto en la atención al ciudadano. Pilar Mendia, de Satse, alerta de que «ya se van disminuyendo las intervenciones quirúrgicas para poder tener camas UCI, como unidades de hospitalización para poder ingresar a pacientes covid positivo. Ya se ha empezado a operar menos». Y pone como ejemplo el caso del hospital de Zumárraga, donde alerta «ya se han suspendido todos los quirófanos de la tarde», comenta esta trabajadora, quien subraya además que «ya están llenas todas las camas UCI con pacientes covid en el Hospital Donostia».

Tanto es así, hace hincapié Esther Saavedra, de ELA, que «el propio departamento de Salud ha reconocido que desde Donostia se están trasladando pacientes a las unidades de cuidados intensivos de Bizkaia y Araba», bajo el argumento, ha explicado de que «Osakidetza trabaja en red y que es habitual esta colaboración entre los hospitales».

A juicio de las sindicatos, la llegada de la pandemia solo ha puesto sobre la mesa «las carencias estructurales» que venían produciéndose desde hace años, y mencionan especialmente el caso de la Atención Primaria. «Hacen falta medidas que garanticen la seguridad de toda la plantilla. Osakidetza está hundiendo la Atención Primaria. La 'osificación' ha significado que la Atención Primaria haya sido fagocitada, hacen falta planes de salud y para eso son necesarios más profesionales de enfermería, del área administrativa y médicos. Osakidetza impone unos ritmos de trabajo y una carga de trabajo que es inasumible», defiende Patxi Nicolau, de ESK.