«El personal de atención primaria está machacado, hay enfermeras que van medicadas a trabajar», denuncia Satse
La portavoz de la central, Amaia Mayor, habla de una «sobrecarga» de trabajo «insostenible» y «no descarta» una huelga en la sanidad pública
Hace cuatro días, los trabajadores de los centros de atención primaria de Euskadi hicieron un parón en su intensa jornada laboral para decir basta. Salieron a las puertas de los ambulatorios para clamar que no pueden más, que están agotados y que esta sexta ola de la pandemia de coronavirus, con cifras de contagios nunca antes vistas, ha supuesto la «puntilla» al sector sanitario vasco. «La sobrecarga de trabajo en la atención primaria es insostenible», ha reiterado este domingo la portavoz del sindicato de enfermería Satse, Amaia Mayor. Tal es la situación que los sindicatos vascos no descartan convocar una huelga en Osakidetza.
Mayor ha explicado que la «falta de médicos, enfermeras, pediatras y personal de mostrador de atención a los pacientes» en los ambulatorios es un problema que «viene de lejos» que «se ha agudizado» con la llegada de la pandemia. La situación de la atención primaria «es muy precaria desde hace muchos años, en 2019 ya hicimos tres jornadas de huelga», ha recordado en una entrevista en Radio Euskadi.
A la «falta de personal» se le ha sumado el ingente trabajo derivado de la pandemia, hasta el punto que en la actualidad «el nivel de sobrecarga de trabajo es insostenible», ha denunciado. «La atención primaria es la puerta de entrada de la ciudadanía a la sanidad. Además, se están desmantelando los puntos de atención continuada (PAC) desde hace mucho tiempo», ha criticado. Unos puntos que considera «muy importantes» porque los problemas de salud «no descansan, puedes sufrir uno en horario fin de semana, o fuera del horario laboral», ha recordado, a la vez que ha subrayado que en estos PAC «se pueden resolver muchos procesos sin necesidad de saturar las urgencias hospitalarias».
La representante sindical ha incidido en que desde que en octubre finalizaron los contratos de cobertura de verano tras el levantamiento de la emergencia sanitaria, «se redimensionó el rastreo y se desmantelaron los vacunódromos», lo que provocó «una de profesionales» a sus comunidades autónomas, ya que muchos eran de fuera del País Vasco.
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La consecuencia, tras el empeoramiento de la situación epidemiológica, es que «nuestras compañeras no dan abasto». Mayor ha criticado que en la actualidad «no tenemos personal para contratar, enfermeras, médicos de familia, pediatras... y quienes sufren esta situación son los compañeros y compañeras que tienen que asumir una carga de trabajo de quien no está»
Mayor calcula que en estos momentos la sanidad vasca podría necesitar alrededor de 4.000 profesionales más. Se trata, a su juicio, de un el problema «profundo y estructural», y Osakidetza «no ha hecho nada para mejorarlo», ha denunciado.
La representante de Satse ha lamentado que Salud ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que si conocen enfermeras, médicos de familia o pediatras sin trabajo lo deriven, «cuando ésa es labor de la administración». Y ha advertido que el personal fijo «no quiere» ir a Atención Primaria por la carga de trabajo que supone, «porque nadie quiere una jornada de trabajo habitual en la que se hacen PCR, seguimientos de contactos estrecho, la de los enfermos crónicos, ir a domicilios... Y todo con tiempos muy tasados».
Mayor ha criticado también que «se está pidiendo a los profesionales un esfuerzo adicional, algo que estamos viviendo durante toda la pandemia», ha lamentado. Como ejemplo, ha señalado que ante la escasez de rastreadores a los que están »se les está ofertando doblar turno, hacer guardias... Los profesionales de Osakidetza llevan toda la pandemia demostrando su compromiso, pero las personas tienen un limite. Lo que hay que tener es plantillas bien dotadas. Los profesionales lo están dando todo», ha subrayado.
En este contexto, los sindicatos tienen previsto seguir movilizándose y «no descartamos la huelga», ha advertido, ya que «la pandemia ha tensado el nivel asistencial, lo que es un problema para la plantilla, pero también para la ciudadanía, que ve restringido» el acceso al primer nivel asistencial.
La representante de Satse ha asegurado que el personal de Osakidetza está «psicológicamente machacado. Nos llaman compañeras que dicen que no quieren ir a trabajar o que van medicadas porque no ven la luz a final del túnel», ha alertado. «Cuando parece que acaba viene otra ola. Si ves un horizonte con medidas nuevas, pero no es así, tienen la sensación de que están sacando el trabajo a pala y esto no va a acabar».
Mayor ha reiterado que al rastreo de casos positivos se le ha sumado la vacunación, no solo de las dosis de refuerzo sino también la de los niños de 5 a 11 años, además de la gripe, las PCR y antígenos, «pero sigue habiendo avisos a domicilio, enfermos crónicos que necesitan seguimiento etc. Una de las grandes frustraciones que tiene el personal es que no pueden hacer su trabajo con tiempo, mirando a la gente a la cara», ha lamentado. Además, ha explicado que hay profesionales que siguen haciendo seguimiento y dando citas a ciudadanos con patologías crónicas porque «no quieren de lado a sus pacientes. Tenemos un personal muy comprometido que quiere que los ciudadanos estén bien, aunque sea a costa de su esfuerzo personal».
Sobre la Ofertas Públicas de Empleo planteada por el Gobierno Vasco para reforzar la sanidad pública, con 1.283 plazas para Osakidetza, desde el sindicato Satse critican que «tratan muchísimo en salir, son muy poco ágiles en resolverse y no se sacan todas las plazas existentes. Y las que deberían existir y no existen».
Mayor ha recordado que, si se comparan los ratios de enfermeras, «si miramos a Europa hay 8 enfermeras cada 1.000 habiantes y en Euskadi 4,8».
