Borrar

La limpieza de las acelgas paso a paso

Si eres de esos a los que la tarea de tener que limpiarlas les impide consumir acelgas frescas, aquí te explicamos cómo realizarla correctamente y sin complicaciones

Ane Bergara

Lunes, 24 de noviembre 2025, 11:09

¿Te gustan las acelgas pero no las comes por no tener que limpiarlas? Lo que viene a continuación te interesa y te va a ayudar a reconciliarte con la tarea de limpiar acelgas frescas. Porque sí, vamos a explicar el paso a paso de cómo limpiar acelgas de forma correcta y sin complicaciones.

Antes de nada, hay que recordar que las acelgas son una verdura que no puede faltar en un patrón de alimentación saludable. Hablamos de un producto muy poco calórico y con mucha fibra, además de un alto contenido en vitaminas A y B, ácido fólico, hierro, magnesio y calcio.

Además de todo ello, las acelgas son un ingrediente económico y de gran rendimiento, ya que del vegetal se pueden consumir tanto las hojas como el tallo -conocidas como pencas-, o incluso una combinación de ambas. Junto con ello, es un producto muy versátil que se puede comer en crudo o cocinarse de forma simple cocido o al vapor. Pero con las acelgas también se pueden preparar otros platos más elaborados como pencas en salsa o rebozadas.

Por qué limpiar las acelgas

Pero antes de proceder al cocinado, una vez hayamos comprado las acelgas frescas es importante limpiarlas bien. Al coger el manojo es normal que queden restos de tierra en la parte inferior, así como notar un tacto arenoso en las hojas.

Ello es indicativo de que las acelgas necesitan un buen proceso de limpieza, pero la suciedad no es el único motivo. El tallo, es decir, las pencas, son muy fibrosas y eso se traduce en que tienen una fina capa externa de 'hilos' que conviene retirar para una mejor textura.

Limpiar las acelgas es una tarea que suele no gustar a la gente, que opta en muchos casos por no consumir este producto por no tener que limpiarlo.

Limpieza de las acelgas: paso a paso

  1. 1

    Antes de arrancar a limpiarlas, habrá que saber qué se va a aprovechar de las acelgas y si queremos o nos conviene tener las hojas y tallo unidas o no. En caso negativo, lo primero será cortar el tallo, aproximadamente desde donde nace la hoja.

  2. 2

    Con las hojas y tallo unidos, lo más sencillo será limpiarlas bajo el chorro de agua fría frotando suavemente con las manos o un papel húmedo. Si las hojas son tirando a lisas (no demasiado rizadas) esta limpieza será suficiente para esta parte.

  3. 3

    En caso de que las hojas sean muy rizadas o no se hayan limpiado bien bajo el chorro de agua, hay un plan B: limpiarlas dejándolas a remojo. Para ello, tendremos que trocear las hojas a lo ancho (con cortes horizontales) y sumergirlas en agua durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo, asegurarnos de retirar el agua, secando con un paño o, mejor, con ayuda de un centrifugador.

  4. 4

    Centrándonos en el tallo, que es la parte más laboriosa, lo primero será retirarle el extremo que ha ido unido a la tierra. Seguido, con una puntilla o cuchillo pequeño, habrá que hacer un corte en dicho extremo y, sin llegar al final, tirar en dirección al tallo. Veremos cómo salen fácilmente esas hebras o hilos.

  5. 5

    Repetir el proceso de limpieza de los hilos en ambos lados, haciendo especial hincapié en la parte que tiene la curvatura hacia fuera.

  6. 6

    Para terminar, en función de cómo se vayan a consumir las pencas, trocearlas con el tamaño deseado.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco La limpieza de las acelgas paso a paso

La limpieza de las acelgas paso a paso