Los problemas de suministro se enquistan y actualmente afectan a 700 fármacos en Gipuzkoa

Hoy en día, los medicamentos que más escasean en las estanterías de las boticas guipuzcoanas son algunos tan conocidos como la Amoxicilina en 21 prestaciones, el Orfidal, el Efferalgan, el Duphalac o el Ozempic, entre otros, destinado a personas con diabetes tipo 2 pero tan popular y utilizado últimamente para facilitar la pérdida de peso. «Hay que recordar a la gente que la mayoría de estos fármacos son sustituibles y cuando uno no lo es hay otras alternativas terapéuticas que se pueden utilizar, por lo que resulta casi imposible que un vasco se quede sin su medicación», destaca Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa.

Según él, los motivos de la falta de suministro son multifactoriales. Por un lado están los problemas de producción y transporte derivados de la guerra. «Al estar la fabricación muy desplazada al sudeste asiático, hay ocasiones en las que los conflictos en determinados países provocan que los barcos cambien sus rutas y, por tanto, no lleguen a tiempo esas mercancías», dice Gastelurrutia. Y por otro, que cuando hay escasez las compañías reparten muchas veces en función de criterios económicos. Como el precio del medicamento aquí es tan barato, «los pocos que hay los llevan a otros países que pagan más por ellos», añade.

A esto habría que sumarle los problemas como el precio del cartón, cada vez más elevado, que han llevado a las farmacéuticas a tener que aprender a convivir con una situación, muchas veces puntual, en la que el trabajo se multiplica para poder ofrecer soluciones al paciente. Pese a todo, ahora estamos mejor que a principios de año, cuando faltaron cerca de 900 medicamentos en Gipuzkoa. Durante 2022, esa cifra se disparó hasta los 1.200, casi un 4% del total. «Tenemos un grupo en todo el norte del Estado donde nos estamos intercambiando fármacos», cuenta Juan Piera, director general de la Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa (DFG). «Cuando una farmacia nos pide alguna medicina que no tenemos, lo que hacemos es traerla todos los días, dos veces por jornada, de Pamplona y de Bilbao», insiste. Incluso por la noche desde Zaragoza. Y con 24 horas las pueden traer de Asturias, León y Galicia. «Así aseguramos que no hay desabastecimiento», recalca.

Este problema no es exclusivo de Euskadi ni de España, sino que ocurre lo mismo en mayor o menor medida en las farmacias de Londres, París, Roma y Nueva York. Es decir, en las de todos los países occidentales.

Aunque Gipuzkoa ya viene trabajando tiempo atrás de manera conjunta para solucionar esa falta de suministro, el acuerdo firmado permite unificar el sistema para beneficio de todas las partes. El convenio presentado este martes es significativo porque implica en esta red de alertas a los almacenes, que son quienes adquieren inicialmente y distribuyen después los medicamentos en Euskadi.

«Ellos son los primeros que van a tener conocimiento sobre los problemas de un suministro cada vez que realicen un pedido a los laboratorios y serán los encargados de avisar para que tanto Osakidetza como las oficinas de farmacias sepan con cierta antelación los productos que van a faltar en los próximos días o los que están en riesgo de sufrir un problema de suministro», subraya Gastelurrutia. Con esta información, los médicos podrán prescribir otros fármacos siempre que sea posible.

Por otra parte, como están implicados Osakidetza, la dirección de Farmacia y la consejería de Salud, son ellos quienes podrán ponerse en contacto con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) con el fin de trasladarles aquellas situaciones que no tenga identificadas previamente. Sea como fuere, los farmacéuticos hacen hincapié en que en caso de falta de alguna presentación, existen alternativas para combatir ese mismo problema de salud. «Aproximadamente en más de un 95% de los casos estos clientes salen con el medicamento que buscan o con una alternativa bioequivalente», concluyen.