Urgente Largas colas en la AP-8 y la GI-636 en dirección a la muga
Una mujer pasea por Beasain bajo la ola de calor. Iñigo Royo

Arantza Aguillo

Jefa de Urgencias del Hospital Donostia
«La mayoría de atendidos por golpes de calor tienen problemas cardiovasculares»

Las temperaturas altas extremas que Gipuzkoa lleva días soportando han dejado ya un total de 29 personas atendidas por golpes de calor

Miércoles, 13 de agosto 2025, 06:28

«El calor nos puede afectar mucho y hay que tener consciencia de ello», avisa Arantza Aguillo, jefa del servicio de urgencias de Osakidetza en ... el Hospital Donostia. Y es que las temperaturas altas extremas que Gipuzkoa lleva días soportando han dejado ya un total de 29 personas atendidas por golpes de calor. El pasado jueves se registraron seis casos, el viernes uno, el sábado tres, el domingo uno, el lunes diez y ayer ocho. Muchas de ellas han tenido que ser trasladadas en ambulancias al hospital o a centros de salud. Los síntomas más destacados han sido mareos, desmayos y fatiga.

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La ola de calor que está afectando a toda España es especialmente difícil de soportar en Euskadi por el simple hecho de que «nuestro cuerpo está acostumbrado a un clima más templado, por lo que estas temperaturas nos dejan más tocados que a las personas que viven en otros sitios más cálidos», apunta Aguillo. Por ello es importante ser conscientes de lo que esta subida tan pronunciada y poco usual de las temperaturas puede suponer para nuestra salud. En especial los colectivos más vulnerables, que son los niños y los ancianos, pero la jefa de urgencias del Hospital Donostia hace hincapié en todas «las personas con problemas cardiovasculares».

Independientemente de la edad, «quienes toman medicaciones para el corazón o la tensión son más susceptibles de tener este tipo de problemas, pues con el tiempo los reflejos de su cuerpo, que regulan la temperatura corporal y se adaptan al calor, se van alterando», explica. Eso sí, «quizás por desconocimiento o por inconsciencia, también hemos atendido a gente jóven y sana que practica o hace deporte en las horas centrales de la jornada, al mediodía, que suele ser el momento más caluroso del día».

Por otro lado, no todo el mundo tiene la suerte de poder refugiarse en casa o en una oficina con aire acondicionado. Muchos pasan horas al sol por trabajo: obreros, vendedores ambulantes, repartidores, músicos... «A pesar de las medidas que las propias empresas y trabajadores suelen tomar, también las personas que trabajan en la calle están expuestas a estas patologías», añade.

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Mareos, sudoración y vómitos

Pero, ¿cuáles son los síntomas de una insolación? ¿Cómo se debe actuar ante esta situación? «Depende de la gravedad del episodio. En los cuadros leves se nota dolor de cabeza, mareos y una sudoración profusa. En casos más graves hablaríamos de vómitos, desorientaciones o incluso comas y patologías cardíacas en los casos más extremos», detalla. Y como en cualquier situación en la que peligra la salud, es importante «buscar ayuda médica lo antes posible». Para refrescar a la persona afectada «el primer paso es retirarle del sitio, parar todo tipo de actividad física y llevarle al lugar más fresco que encontremos», comienza. «También refrescarle, utilizar paños mojados o rociarle agua fresca por el cuerpo para bajar su temperatura corporal». En el caso de que la persona pueda beber por sí misma, también habría que tratar de falicitarle agua -o alguna otra bebida isotónica o con sales- cuanto antes.

Aguillo señala que «la mentalidad ha cambiado con el tiempo. Ya no se hacen esas jornada maratonianas de exposición masiva al sol; la playa es un lugar frecuente donde suelen darse golpes de calor porque hay poca sombra y estamos muy expuestos». Sin embargo, se siguen «minimizando los síntomas por calor extremo. Hay que tener consciencia de que estas temperaturas nos pueden afectar mucho, sobre todo a las personas con problemas cardiovasculares; hay que tener cuidado con los ancianos, recordarles que deben beber agua con frecuencia y no hacer ejercicio al aire libre».

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Tampoco es recomendable someter al cuerpo a bruscos cambios de temperatura de manera constante. En la calle, la temperatura es asfixiante; los establecimientos suelen tener el aire acondicionado soplando fuerte para compensar el calor del exterior; también en el coche o en casa se suele abusar del aire frío. «Estos cambios bruscos hacen que el cuerpo no se adapte bien a las temperaturas. El cuerpo necesita adaptación y, por el contrario, es fácil que se den desmayos o que alguien pueda empezar a encontrarse mal», añade Aguillo. Aunque hoy el calor dará algo de tregua, se espera una subida de las temperaturas de cara al fin de semana, por lo que es importante ser precavido.

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