El Hospital Donostia se ahorrará 230.000 euros por paciente al producir su propia terapia CAR-T
Osakidetza inicia el proceso para elaborar y administrar con sus propios medios esta revolución médica que cura al 60% de los enfermos con cáncer
La nueva Unidad de Terapias Avanzadas del Hospital Donostia cumplió hace unos meses un año desde su puesta en funcionamiento. Un área donde, a través ... del tratamiento con células vivas CAR-T, se atiende a personas con tumores hematológicos, en su mayoría linfomas –aunque también leucemias o mielomas–, en las que la quimioterapia no ha tenido los efectos deseados. La revolución médica de las terapias génicas, que surgieron en Estados Unidos hará 15 años, ha llegado también a Euskadi y lo ha hecho para quedarse, después de comprobar que logran que el cáncer remita en enfermos en los que otros tratamientos como la 'quimio' no ha surtido efecto. Los datos hablan por sí solos. El 60% de las personas con cáncer del sistema linfático se curan con la terapia CAR-T, la joya de la corona de los tratamientos que se aplican en esta unidad.
Ahora Osakidetza quiere dar un paso más allá. El Hospital Donostia y Biogipuzkoa participan en un proyecto pionero para desarrollar nuevas terapias CAR-T que permitirá diseñar tratamientos más personalizados y eficaces, reduciendo los efectos adversos y simplificando su producción con un ahorro significativo de hasta 230.000 euros por paciente para las arcas públicas. Una de las grandes novedades del proyecto es que facilitará que el Servicio Vasco de Salud pueda fabricar y aplicar estas terapias con sus propios medios, sin depender de compañías farmacéuticas externas como se viene haciendo hasta ahora.
El HospitalDonostia, el único en usar esta terapia en Euskadi, atendió el año pasado a 40 pacientes
El CAR-T lleva al máximo exponente los tratamientos de inmunoterapia. El proceso comienza en la sala de enfermería de la Unidad de Terapias Avanzadas, donde se saca la sangre de los pacientes. Por una vía se extrae la sangre y por la otra se le vuelven a administrar las células que no interesan para crear el CAR-T en un proceso que se puede extender hasta las 4 horas. Después, pasan por la denominada sala blanca y en el caso del Hospital Donostia se envían a Europa, normalmente a Países Bajos o Bélgica, para que en un laboratorio se inserte el gen CAR, receptor de antígeno quimérico, en la célula T.
Infundir la sangre
Pasadas aproximadamente tres semanas, y una vez creado el producto, lo envían de vuelta al centro sanitario de Osakidetza para que se lo infundan al paciente, o lo que es lo mismo, se le administre el tratamiento como si fuera una transfusión de sangre. Este proceso se lleva a cabo en una consulta ordinaria. Hasta administrarla, la sangre se guarda en unos tanques que tienen en la nueva unidad, donde se exponen las células a nitrógeno en fase líquida, que está a -273 grados, para preservar las células. Un proceso que, a priori, puede parecer muy sencillo, pero que requiere de una logística muy compleja de coordinación entre hospital e industria farmacéutica.
Esto ocurre porque el Hospital Donostia utiliza el llamado CAR-T comercial o farmacéutico, que cuesta al sistema de salud público vasco 320.000 euros aproximadamente por paciente. Este coste tan elevado se explica porque aunque las células se extraigan y administren al enfermo en el propio hospital, no se procesan en el mismo centro sanitario. Esto es lo que Osakidetza quiere revertir ahora fabricando en el propio centro de la capital guipuzcoana y creando el conocido como CAR-T académico, que ya tiene, por ejemplo, el Clínic de Barcelona, referencia en esta materia. Entre otras cosas, este paso reduciría considerablemente el coste del tratamiento, que rondaría en torno a los 90.000 euros por persona.
Las terapias CAR-T han supuesto una auténtica revolución en oncología. El proceso consiste en modificar las células del sistema inmunitario del propio paciente para que sean capaces de reconocer y destruir las células cancerígenas. Gracias a ello, personas que no tenían más alternativas de tratamiento han conseguido mejorar e incluso mantenerse libres de la enfermedad durante largos periodos. La Unidad de Terapias Avanzadas del centro donostiarra, el único en usar este tratamiento en Euskadi, atendió el año pasado a 40 enfermos con tumores hematológicos.
Va dirigido a personas con tumores hematológicos, en su mayoría linfomas, donde la 'quimio' no ha hecho efecto
Osakidetza y el Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa, junto con empresas privadas, han conseguido financiación para trabajar y avanzar en el desarrollo de nuevas terapias CAR-T, en el marco del proyecto CART_Andalucía, dotado con más de 4 millones de euros financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
En una primera fase se trabajará en el diseño de la solución y en la planificación integral del proyecto, con la participación de centros de investigación, hospitales y empresas del ámbito de la biotecnología. Si los resultados son positivos, Osakidetza tendrá la capacidad de producir y administrar las terapias CAR-T de forma autónoma.
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