La ola de frío y el final de las vacaciones favorecerán el estallido de la gripe en Euskadi
La epidemia se cobra las cuatro primeras víctimas mortales en el País Vasco, de las que tres estaban vacunadas
La gripe ya está aquí. Los expertos confían en una temporada menos virulenta que la del año anterior, aunque esta semana, con la epidemia ... ya desatada, la situación pinta complicada. A la vuelta al colegio y el trabajo tras el parón vacacional se sumará en los próximos días una amenazante ola de frío, que ya ha comenzado a dejarse sentir. Las temperaturas, gélidas según se anuncian, oscilarán entre el jueves y el viernes entre 1 y 8 grados.
El Departamento de Salud confirmó ayer, entretanto, que la infección estacional se ha cobrado ya sus primeras cuatro víctimas mortales. Los fallecidos son cuatro pacientes con un estado de salud tan delicado que tuvieron que ser hospitalizados para atender las complicaciones derivadas de la enfermedad. Los cuatro cumplían requisitos para estar vacunados, pero sólo tres habían recibido la inmunización.
Euskadi y Cantabria se han convertido este año en puerta de la epidemia al ser las dos primeras autonomías en sentir el impacto de la enfermedad. Un informe de Osakidetza, el último publicado con datos referidos a la última semana de 2018, constata el aumento de la demanda asistencial por síndrome gripal. En este comienzo de temporada, un total de 128 personas han tenido que ser hospitalizadas por complicaciones de la gripe-una de ellas, una mujer embarazada-, de las cuales 9 tuvieron que ser ingresadas en unidades de cuidados intensivos.
Los expertos vaticinan una campaña tranquila, pero nunca se sabe. «Nuestras previsiones se basan en lo acontecido en los últimos meses, desde que comenzó la epidemia en el hemisferio sur», explicó el director del programa de la Gripe de Osakidetza, Enrique Peiró. Si se cumplen, la vacuna que el Gobierno Vasco ha utilizado para esta temporada, con dos virus del tipo A y uno B, debería servir para proteger a la población con una eficacia estimada del 80%; pero con un virus mutante, como el de la gripe, nunca se sabe.
La gripe de 2018 fue una de las peores que se recuerdan en los últimos años. La campaña se cerró en marzo tras cuatro meses de azote que, según los datos recopilados por la red centinela de vigilancia epidémica, se cobró la vida de 86 vascos. Otros 2.003 tuvieron que ser hospitalizados, 409 en estado grave.
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