Euskadi «invitará» este verano a no fumar en 8 playas vascas, entre ellas las de Zumaia

Laga y Laida de Ibarrangelu, Isuntza de Lekeitio, Laidatxu y Hondartzape de Mundaka y Garaio Sur de Burgelu son el resto de las playas incluidas en este proyecto que pretende «desnormalizar el consumo de tabaco y crear un ambiente sin humo para evitar el consumo pasivo en un entorno de ocio con gran presencia de menores». Además, esta iniciativa pretende contribuir a evitar que «las colillas sean el objeto contaminante más habitual en estos espacios y aumentar el atractivo natural del entorno».

Sagardui ha recordado que la evidencia científica determina que el humo y las colillas «son un foco importante de contagio», por lo que ha subrayado que «hoy más que nunca» es de «vital importancia» adquirir hábitos de vida saludables, entre los que se encuentra, «dejar de fumar y no consumir productos que contengan nicotina, como los cigarrillos electrónicos o vapeadores».

La consejera ha reconocido que «no hay ley alguna» que regule el consumo de tabaco en espacios de ocio abierto, y tampoco es el objetivo del Ejectivo vasco. «Por el momento no es nuestro propósito promover una ley que prohíba fumar, atendemos a la demanda de la población», ha señalado, a la vez que ha subrayado el compromiso de Osakidetza, del Departamento de Salud y del Gobierno Vasco con la lucha contra el tabaco.

Sagadui se ha congratulado de que el consumo del tabaco en Euskadi siga en retroceso. Según la última Encuesta de Adicciones de 2017, el consumo habitual había bajado del 30% al 22%, porcentaje que se actualizará el año que viene, cuando se vuelva a realizar la encuesta. Mientras tanto, como principal indicador de la disminución de la adicción tabáquica en la sociedad vasca, se ha referido a la cifra de personas que el año pasado iniciaron un tratamiento de deshabituación promovido por Osakidetza.

El 2020 fue «muy positivo» en cuanto a participación, ya que casi se cuadriplicó la cifra de vascos que decidieron dejar de fumar bajo la supervisión de profesionales sanitarios. En concreto, 7.820 fumadores dieron el paso, frente a los 2.059 del año anterior. Desde el 2011, fecha de inicio de los tratamientos de deshabituación tabáquica, 34.454 personas han participado en los programas de Osakidetza.

Entre las personas que han iniciado tratamiento para dejar de fumar no hay gran diferencia entre hombres (51%) y mujeres (%49). En cuanto a la edad, más del 60% de las personas están comprendidas entre los 40 y 60 años.

La pandemia ha condicionado estos tratamientos, que se llevan a cabo bajo prescripción médica, y que han sido adecuados a la nueva situación generada por la alerta sanitaria. Así, durante el año pasado se puso en marcha el programa de terapia combinada en el que al seguimiento profesional se incorpora el uso de la App 'Vive sin tabaco'; y, por otra parte, la intervención grupal online.

Para seguir el programa de terapia combinada, que comenzó a ser ofrecido en julio, es necesario que los profesionales sanitarios de Atención Primaria de referencia den de alta en el programa a la persona fumadora que, a partir de entonces, puede descargarse la APP y comenzar el tratamiento. A través de la aplicación móvil se puede conocer, entre otras cuestiones, el tiempo que se lleva sin fumar, los días ganados y el dinero ahorrado. La persona participante, además, puede solicitar recomendaciones o apoyo extra en caso de caída puntual o situaciones de ansiedad.

La oferta de intervención grupal on-line traslada la intervención grupal que anteriormente se realizaba en los centros de salud a una modalidad de plataforma digital y da la posibilidad de interacción on-line en tiempo real a terapeutas con pacientes. El objetivo es facilitar el tratamiento de tabaco a quienes no pueden disponer de tiempo para desplazarse o acuden en menor medida a los centros de salud, como puede ser el caso de las personas jóvenes.

El tratamiento grupal consta de 5 sesiones a las que se puede acceder mediante teléfono, tablet y ordenador. La plataforma digital en la que se desarrollan las sesiones cuenta, además, con diverso material audiovisual para los participantes. Además, la consejera ha recordado que Osakidetza ofrece tratamiento individual a quien lo solicita y que cuenta también con un teléfono gratuito que ofrece asesoramiento e información en el proceso de abandono del tabaco (94-400-75-73)

Además, desde el año pasado el Departamento de Salud financia dos medicamentos para dejar de fumar. «El objeio era ofrecer un aliciente más a las personas fumadores para dar el paso», ha explicado. En 2020 se destinaron 1,98 millones a financiar los medicamentos Champix® (Vareniclina) o Zyntabac® (Bupropión). Este tratamiento, según explican desde el Departamento de Salud, está dirigido a personas que fumen 10 cigarrillos o más al día y tengan, además, un nivel de dependencia calificado por el test de Fagerström ≥7. La duración máxima del tratamiento de deshabituación tabáquica es de 3 meses y se financia un intento anual por paciente para dejar de fumar.

Sagardui ha atribuido la buena aceptación de este programa a cuatro motivos principales. Además de la tendencia desde hace varios años de un mayor número de fumadores que se conciencian para dejar el tabaco, considera que la pandemia del Covid-19 ha contribuido, «ya que afecta a los pulmones y sistema respiratorio y golpea con más dureza a los fumadores que se contagia». El hecho de que Osakidetza comenzase el 1 de enero de 2020 a financiar dos fármacos para dejar de fumar ha ayudado, «así como el acompañamiento de los profesionales» que han tenido. «Valoramos de forma muy positiva la participación en los programas antitabaco», ha subrayado.