El Gobierno Vasco devuelve 32 euros por copago a casi 67.800 pensionistas y parados

Una de las medidas anticrisis más impopulares del mandato de Mariano Rajoy fue la implantación del copago farmacéutico. El Gobierno vasco intentó, sin éxito y por varios medios, verse libre de la aplicación de esta ley, pero no lo logró. Para paliar sus efectos, Euskadi impulsó una línea de ayudas económicas con el fin de compensar por este gasto a los colectivos más desfavorecidos, pensionistas y parados. Ayer se conocieron nuevos datos sobre el alcance de estas subvenciones. Durante el primer semestre del año, el Departamento de Salud ha pagado una media de 31,9 euros a los 67.794 beneficiarios del programa, lo que supuso a las arcas del Ejecutivo un desembolso de más de dos millones de euros.

El fondo repartido supone poco más de un tercio del que reservan los presupuestos del Gobierno vasco de este año para el fin, un total de 6,6 millones. Euskadi fue la primera comunidad autónoma que aplicó medidas de compensación a los grupos sociales más desfavorecidos económicamente, con el argumento de garantizar que ningún paciente dejara de tomar una medicación por motivos económicos. El Departamento de Salud asumió el copago en 2013, un año después que en el resto de España, mientras estudiaba la implantación de soluciones jurídicas que le permitieran eludir su implantación. No fue posible al ser un real decreto, aunque si pudo paliar sus efectos con las ayudas.

La consejería de Jon Darpón ha resuelto una media de 665 solicitudes diarias desde que se abrió el plazo para su tramitación, el 1 de marzo. Más de la mitad de las peticiones, 39.824 –que representan el 58,7%–, procedente ciudadanos vizcaínos, mientras que el 25,8% (17.493) son guipuzcoanos y el 15,45%, un total de 10.477, residen en municipios alaveses.

La información emitida ayer por el Departamento de Salud contiene datos curiosos. Aunque la media de la prestación concedida como ayuda al pago de los medicamentos se eleva a 31,9 euros, los extremos son muy distantes. El fondo recibido por varios beneficiarios multiplica por 21 la media para situarse en 680,37 euros, mientras que en el extremo opuesto, el paciente que ha percibido menos para pagar sus medicinas se ha llevado solo 7 céntimos.

La difusión de todos estos datos se hizo coincidir ayer con el segundo plazo –abierto hasta el próximo 10 de diciembre–, para la solicitud de ayudas. Este es el quinto año consecutivo en que se ofrecen, aunque bien podría ser uno de los últimos. El Gobierno socialista ha anunciado su intención de «recuperar todos y cada uno de los derechos» perdidos con el decreto de recortes sanitarios de 2012, aunque la reversión de esta medida no llegará antes de 2019. «La eliminación del copago nos va a llevar más tiempo», reconoció la ministra Carmen Montón. «Está en nuestra hoja de ruta, pero en este momento hemos empezado paso a paso».

Cumbre autonómica

La línea vasca de ayudas, que alcanza a pensionistas con ingresos menores de 18.000 euros anuales, parados sin prestaciones económicas e inmigrantes sin recursos, se puso en marcha bajo el mandato del lehendakari Patxi López. Los criterios para acogerse al programa fueron ampliados el año pasado al aprobarse en el Parlamento una iniciativa de EH Bildu y Podemos, apoyada también por PNV y PSE, para la ampliación de los fondos a todos los desempleados, no sólo a los que carecen de derecho a subsidio.

Darpón se mostró ayer «satisfecho por devolver, un año más, el dinero adelantado por los pacientes» y destacó el «esfuerzo del Gobierno vasco por mantener el programa, que ha supuesto desde 2013 un desembolso de 27,5 millones. A partir de septiembre, el Consejo Interterritorial de Sanidad, que reúne a los consejeros del ramo de las distintas autonomías de España, abordará la manera de dar marcha atrás al copago farmacéutico.