«Ya era hora de que la quiten, es ilógico seguir usándola»
«Como ya no se usa en ningún lado, a muchos clientes se les olvida traerla», dicen los farmacéuticos, que aconsejan su uso en caso de tener síntomas
Claudia Turiel
Sábado, 24 de junio 2023, 02:00
El fin de la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias parece cada vez más inminente, una noticia esperada por muchos ciudadanos, ... especialmente por aquellos que pasan gran parte del día con el cubrebocas. «Para nosotras, como farmacéuticas, será un alivio y resultará mucho más cómodo trabajar, sobre todo ahora de cara al verano. Son muchas horas, y llevamos desde la pandemia con ella. Necesitamos respirar», cuenta Ainhoa tras el mostrador de la farmacia Mendiaraz Lasa, del barrio donostiarra de Egia. A su compañera Amaia la situación de estos últimos meses le resulta «totalmente ridícula» y un «sinsentido», cuando en otros lugares se producen aglomeraciones de personas sin que haya obligación de protegerse con mascarilla. Hay ganas de mostrar el rostro, no solo por parte de los boticarios, sino también por todos esos clientes que tienden a olvidarse de cubrirse la boca. «Quien se deja la mascarilla está obligado a comprar una o a volver a casa a por ella. Es un lío», añade Gema, mientras atiende a Ana, una de las muchas clientas a favor de eliminar esta medida anticovid.
«Al final, en el resto de los sitios vamos sin mascarilla: en el autobús, por la calle... Pero resulta que para entrar a la farmacia o al ambulatorio es obligatorio ponérsela. Me parece ilógico», opina esta vecina de Egia.
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Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa, también considera que ha llegado el momento de levantar el uso obligatorio de las mascarillas en boticas de forma generalizada, aunque recuerda que hay que seguir usándola «en caso de sentir síntomas de virus o pasar por algún tipo de enfermedad contagiosa» para, de esta forma, evitar el aumento de los contagios.
En lo que respecta a las mascarillas en los centros de salud, como ambulatorios, la población se muestra algo más reacia a la idea de suprimir la obligación de llevarlas. «En farmacias es diferente, pero en los centros de salud donde se juntan muchos pacientes que padecen diversas enfermedades, me parecería inoportuno quitarla», expresa Maite a la entrada del ambulatorio de Egia. Los trabajadores que atienden la ventanilla del centro de salud, en cambio, confían en que se haga efectivo el levantamiento de la medida «cuanto antes» y no tengan que cubrirse la boca durante toda su jornada laboral.
El uso de las mascarillas, dicen, dificulta en gran medida la comunicación con los pacientes. «Por culpa de las mascarillas la gente mayor o personas con una capacidad auditiva reducida no son capaces de leernos los labios, lo que impide comunicarnos de manera eficaz», aseguran.
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