La enfermeras denuncian que la «alta rotación merma la calidad asistencial»
El colectivo celebró ayer su día internacional saliendo a la calle para reivindicar «la necesidad de una apuesta seria por la profesión»
No fue una jornada cualquiera para las enfermeras. El colectivo conmemoró ayer su Día Internacional, una fecha «para celebrar y reivindicar» a partes iguales. En ... primer lugar, porque «somos una fuerza esencial y es necesario que se valore, proteja, respete e invierta en enfermeras como garantía de unos sistemas sanitarios sólidos». Pero las profesionales también mostraron su «hartazgo» y exigieron al Departamento de Salud que «ponga fin a la inestabilidad y la alta rotación del personas que sufren pacientes y profesionales, mermando la calidad» del sistema.
Bajo el lema 'Nuestras enfermeras, nuestro futuro', la enfermería guipuzcoana salió ayer a la calle para visibilizar la profesión, sus roles y competencias en numerosos ámbitos. «Acompañamos a las personas durante toda su vida, desde que nacen hasta los últimos días. Somos una profesión autónoma que realiza diagnósticos enfermeros y prescribe tras estudiar el grado de 4 años en la Universidad y, en muchos casos, dos más de especialidad», pone en valor Arrate Zumeta, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (Coegi). Además de su rol de cuidados, «también realizamos labores de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, no solo en los centros sanitarios, también en otros espacios sociosanitarios, comunitarios...».
Con motivo del Día Internacional, Zumeta recuerda que las enfermeras «proporcionamos cuidados y liderazgo para afrontar los resto de salud de nuestros sistemas sanitarios» y recalca la necesidad de «apoyar el bienestar» del colectivo «garantizando condiciones laborales seguras, saludables y respetando sus derechos, así como promover estrategias dirigidas a contratar y retener a las enfermeras para abordar la escasez de fuerza laboral». En este sentido, critica los procesos de OPE, «que son larguísimos», y que muchas veces se traducen en que una profesional no pueda establecerse en un puesto de trabajo concreto. «Estás donde te vayan llamando. Una especialista pediátrica, por ejemplo, que tiene que ir otro servicio. La estabilidad laboral siempre va a hacer que el trabajo que se realice sea más constante», asegura.
5.638
profesionales de enfermería trabajan en Gipuzkoa, de las cuales el 92% son mujeres. Un tercio tiene menos de 35 años, un 45% entre 35 y 54y el 21,5% más de 55.
La presidenta del Coegi, que recalca que más allá de su rol asistencial, las enfermeras tienen también funciones en docencia, investigación, gestión o participan en políticas sanitarias en todos los ámbitos (tanto públicos como privados), critica en Euskadi «no estén desarrolladas» especialidades como Pediatría, Geriatría o Médico-Quirúrgica. «Somos más visibles que hace unos años pero queda mucho camino que recorrer para alcanzar todo nuestro potencial, algo que, sin duda, repercutiría en una mejor de las salud y la calidad de vida de la ciudadanía. Hoy, más que nunca, es necesario reconocer y valorar las habilidades, conocimientos, atributos y experiencia» del colectivo.
En Gipuzkoa hay en la actualidad 5.638 profesionales de enfermería, de las cuales el 92% son mujeres. Un tercio tiene menos de 35 años, un 45% entre 35 y 54 y el 21,5% más de 55. No obstante, apenas el 13,6%; es decir, 768 sanitarias, cuentan con una especialidad enfermera.
Contratos de tres días
Desde el sindicato Satse, su delegada territorial, Miren González, ensalza que «somo una profesión que, por encima de todo, estamos formadas para ser profesionales». Ayer se concentraron en Bilbao frente a la sede del Departamento vasco de Salud para denunciar el «hartazgo» del colectivo, que sufre «continuas discriminaciones» por parte de Osakidetza. «Pedimos que se nos valore en el puesto que nos corresponde, que se nos deje tomar decisiones, que se nos empodere, que se nos deje liderar equipos, que se nos tenga en cuenta en las tomas de decisiones. En estos momentos, como no tenemos la categoría profesional que deberíamos tener, no se nos permite acceder a los puestos de gestión», critica.
Desde la central denuncian también la «precariedad laboral» y la «alta eventualidad» que sufre el colectivo, lo que está provocando que «muchas enfermeras acaben dejando el uniforme» y se vayan a otros sistemas sanitarios. El germen de esta situación, apunta González, está en «la lentitud en la resolución de los procesos de selección. Los procesos son interminables y para cuando acabas sacando una plaza ya tienes una edad más que madura». En ese sentido, explica que «hay muchísimas personas teniendo contratos muy eventuales, muy cortitos, de tres jornadas, y eso supone que cada día estés en un servicio nuevo. Puedes llevar 20 años de profesión y volver a presentarte en un servicio nuevo como la nueva».
La delegada de Satse en Gipuzkoa termina con un alegato final. «Somos la espina dorsal de la sanidad. Si hubiese un apagón de enfermeras, los hospitales se caerían».
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