El Ejército aterriza en Loiu
Una treintena de militares empezó a desinfectar 'La Paloma', donde fueron recibidos con aplausos por parte de los trabajadores
Josu García
Domingo, 22 de marzo 2020, 16:47
Miembros del Regimiento Nuclear, Biológico y Químico nº1 (NBQ) y un pequeño contingente del Regimiento Garellano con base en Mungia desembarcaron este domingo en el aeropuerto de Bilbao para proceder a una desinfección en profundidad de todo el conjunto de las instalaciones del aeródromo. Los soldados de la NBQ se ponían manos a la obra a media tarde, después de que cinco días atrás se hubiera paralizado el operativo de limpieza a última hora, cuando los trabajadores de 'La Paloma' ya habían sido advertidos de que los especialistas del Ejército llegarían para eliminar cualquier posible rastro de coronavirus. Una decisión que levantó una polvareda política. Hasta el domingo, Euskadi era la única comunidad autonómica en la que aún no había entrado el Ejército.
Su llegada al aeropuerto se vivió con absoluta normalidad. Algunos de los pocos trabajadores que había en la terminal se arremolinaron en las cristaleras para aplaudir a los militares en un gesto espontáneo de agradecimiento. «No tenemos medios, llevamos trabajando sin guantes ni protección desde hace semanas, cuando llegaban pasajeros de Italia o de China. Lo que hagan bienvenido sea», comentaba una empleada de atención al público.
Los militares que primero pusieron pie en Loiu fueron una decena de profesionales del cuartel de Mungia. Llegaron a las 17.00 horas en tres jeeps y dos camiones con un remolque cisterna. El contingente se encontró un aeródromo bajo mínimos. El temor al coronavirus, las restricciones impuestas y el bache que atraviesan las aerolíneas hicieron que sólo se operaran una decena de vuelos, cuando lo normal es que haya 120 diarios.
La imagen de la terminal era muy triste: cafeterías cerradas, puestos de facturación precintados y sólo una veintena de operarios. ¿Pasajeros? Prácticamente ninguno. En mitad de este drama, llegaron los militares. Fueron recibidos por dos 'patrol' de la Guardia Civil y una dotación de la Ertzaintza. Los tres cuerpos se saludaron amistosamente y hablaron sobre cuál era la mejor manera de desplegarse.
Los vehículos pesados entraron por la zona izquierda de la terminal hacia el campo de vuelos, donde esperaron a los miembros de la NBQ que arribaron en helicóptero desde la base riojana de Agoncillo. A las 17.30 horas, se empezaron a escuchar los potentes rotores de dos 'NH90'. Pocos segundos después, las aeronaves se posaron en el pavimento con suavidad y siguieron a un coche de los señaleros para estacionar finalmente en la plataforma.
Bidones y productos químicos
Varios empleados corrieron a las cristaleras del edificio principal. Al ver a los militares comenzaron a aplaudir. Su presencia despertó curiosidad. Muchos de los presentes extrajeron sus móviles para inmortalizar el momento.
Cuando los rotores se apagaron, de los helicópteros descendieron una veintena de soldados que se saludaron con sus compañeros vizcaínos. Acto seguido, comenzaron a desembarcar varios arcones y bidones. En su interior había buzos, productos químicos y diverso material para la ardua tarea que tenían por delante.
El primer objetivo fue la torre de control, un punto especialmente sensible ya que ahí trabajan los profesionales que regulan el tráfico aéreo. Son una veintena y son insustituibles, ya que son las únicas personas acreditadas y habilitadas para controlar el flujo de aviones que salen o llegan al aeropuerto de Bilbao. Si uno de ellos cayera enfermo, habría que poner a muchos de sus compañeros en cuarentena.
Posteriormente, los soldados entraron en las instalaciones de los Bomberos, donde procedieron a desinfectar todo el parque. También actuaron en la subestación eléctrica. Las tareas se prolongaron hasta que cayó la noche. Hoy, a lo largo de la mañana, está previsto que las labores de limpieza se trasladen al edificio terminal, donde hay previstas 18 operaciones de aterrizajes y despegues. No sería preciso detener el tráfico de aviones para proceder a esta tarea.