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Begoña Vilar y Javier Gómez han vivido la experiencia de un transplante de médula ósea como receptora y como donante. Arizmendi

«Si no fuera por mi donante ya estaría muerta. Son las gracias infinitas»

Tándem contra la leucemia. Begoña Vilar, trasplantada de médula ósea y Javier Gómez, donante, cuentan su experiencia en un encuentro organizado por DV. En Euskadi, 770 personas se hicieron donantes en 2019 y se realizaron 59 trasplantes

Lunes, 16 de noviembre 2020, 06:13

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El teléfono no suena y las noticias tampoco llegan. Soplas y soplas porque dependes de alguien compatible en cualquier parte del mundo para que tú ... puedas seguir viviendo. Y te entra pánico». Así vivió Begoña Vilar la espera del trasplante de médula ósea que le practicaron hace meses. A su lado le escucha emocionado Javier Gómez, madrileño de 29 años. Él cuenta su historia desde el otro lado, como donante, en un emotivo encuentro entre estos dos desconocidos para el reportaje. Conocer a Begoña y su contagiosa alegría de vivir le hizo sentirse aún más satisfecho de su donación. «Considero que ayudar es mi deber. Los héroes no somos nosotros como se suele decir, sino todas las personas como Begoña, que luchan cada día contra su enfermedad», asegura este joven. Desconoce a dónde fueron a parar sus células (las donaciones son siempre anónimas) pero tampoco le importa. Lo que le preocupa es «saber si mi receptora se encuentra bien».

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