El Gobierno Vasco pide limitar al máximo las relaciones sociales ante el récord de contagios

A medida que las cifras sobre la expansión del Covid-19 nos acercan a los primeros días de la pandemia, se multiplican los llamamientos de las administraciones a los ciudadanos para que asuman su parte de responsabilidad en la lucha contra el avance del virus. Ayer le tocó de nuevo el turno a la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, quien reclamó a los vascos que «den un paso al frente en la prevención» contra la segunda ola de pandemia.

Los datos en Euskadi son cada vez peores. El miércoles se registraron más contagios que nunca desde que comenzó la pandemia. Fueron 724, uno más que los contabilizados el pasado 25 de marzo, día en el que se llegó al pico de le expansión del coronavirus. Además, en solo 24 horas ha habido un importante aumento de casos en Gipuzkoa (de 73 se ha pasado a 138) y en San Sebastián los positivos se han disparado hasta el medio centenar, 34 más que la jornada anterior. Nekane Murga insistió ayer en que la situación no es la misma que en marzo, cuando el sistema sanitario estaba al borde del colapso, pero dejó claro que la evolución futura de la pandemia «depende de lo que hagamos cada uno de nosotros», y más ante un septiembre que «se nos va a presentar como un mes complicado con la vuelta a la actividad laboral y escolar».

Los sucesivos llamamientos a la responsabilidad ciudadana son un reconocimiento implícito de que como sociedad no estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para luchar contra el virus. Murga señaló ayer que las restricciones puestas en marcha por el Gobierno Vasco esta semana «son necesarias», pero insistió en que, «junto a esto, cada ciudadano debe asumir en primera persona el compromiso firme de seguir pautas y la responsabilidad de su propia salud y de evitar la transmisión a las personas que le rodean».

Este compromiso significa, entre otras cosas, limitar los contactos sociales. El «paso al frente» que la consejera solicitó ayer a los vascos implica la asunción voluntaria de nuevas restricciones, como las que afectan a los niños. «Debemos evitar que los más pequeños se relacionen entre ellos en espacios públicos como piscinas, parques, playas y plazas», señaló Murga. Además, añadió, «debemos buscar grupos reducidos y el control de los contactos».

La consejera también se dirigió a las personas «que en las últimas dos semanas hayan estado en actividades de riesgos sin mascarilla, con mascarilla pero próximas a personas no convivientes o en espacios cerrados compartidos». A toda esta gente les recordó que «deben limitar su actividad y reducir las relaciones con las que tengan contacto». La clave radica, explicó la responsable de Salud, en «crear pequeños grupos de relación, pequeñas burbujas en las que convivamos y disfrutemos, sin dar opción al virus a alcanzar nuevos grupos y nuevas personas»:

A las cifras al alza de contagios se le añade la situación en los hospitales, donde ha aumentado el número de nuevas personas ingresadas. El pasado jueves fueron 51 los que ingresaron en planta frente e las 39 del miércoles, con lo que el total de pacientes hospitalizados es de 201. En las UCI permanecen un total de 21 personas.

Pese a este aumento de ingresos, la consejera aseguró ayer que la red sanitaria vasca tiene capacidad para dar respuesta a los contagiados por Covid-19. Murga señaló que se están reordenando plantas de hospitales y centros de salud para intensificar los circuitos diferenciados con otros pacientes, al tiempo que aseguró que no se han suspendido cirugías programadas como ocurrió durante la primera ola de la pandemia. «Estamos dentro del margen de las previsiones» que se habían hecho ante un posible repunte del coronavirus, recalcó.

En cuanto a los brotes de Covid-19 detectados en los últimos días, la consejera no ofreció datos pormenorizados de su situación, aunque no descartó que pueda darse el caso de que se tenga que acordar alguna medida más restrictiva como el confinamiento. «Algunas localidades pueden tener cifras elevadas de positivos, pero muchos contagios no se producen en esos municipios por la movilidad y los desplazamientos en esta época de verano. Por ello, limitar la movilidad o imponer más restricciones en grandes ciudades ahora no es eficaz», indicó.

Murga insistió en que «esta segunda ola no es comparable a la primera», sobre todo porque la velocidad de propagación es «entre 6 y 8 veces menor». En caso de establecer alguna comparación, lo que estamos viviendo podría asemejarse al periodo entre el 8 y el 10 de marzo, días previos al estado de alarma. «En aquel momento pasamos de cero a cuarenta casos en ocho días, mientras que ahora hemos tardado cincuenta días en pasar de estar estables a la situación actual», indicó la consejera. Sin embargo, advirtió de que la evolución de la pandemia presenta una «tendencia ascendente» en el número de infectados, ingresos hospitalarios y muertes, por lo que hay que cambiar la curva epidemiológica. «Necesitamos cambiar esta tendencia ascendente en los próximos días y semanas», dijo.

«La responsabilidad en este momento es confiar nuestra salud y la de los ciudadanos al conocimiento científico contrastado, y eso significa cumplir con las medidas de protección frente al contagio», afirmó Murga, que volvió a repetir las mismas medidas que viene enumerando desde hace meses. «Uso de mascarilla, mantener la distancia interpersonal e incrementar la higiene de manos y de superficies de contacto».

Son hábitos que, junto con las limitaciones adoptadas por el Gobierno Vasco, han dado resultado, según la consejera. «Lo de principios de marzo fue una progresión en ocho días y ahora empezó la primera semana de julio. Gracias a las medidas adoptadas, la velocidad de progresión es claramente menor», afirmó Murga. «Si reducimos las posibilidades de transmisión, la semana que viene se estabilizará o descenderá», añadió.