Aumentan los positivos entre menores de 20 años en Euskadi con origen en reuniones familiares

El aumento de las pruebas PCR en los últimos meses en Euskadi a todos los contactos de personas contagiadas está provocando cambios en la estadística sobre la incidencia del virus en la población. En Euskadi, el más reseñable es el aumento de los casos entre los menores de 20 años, una franja de edad apenas golpeada - o no detectada- antes por el virus. Si a finales de abril el porcentaje sobre el total de casos era del 0,77% con 109 positivos, ahora se eleva al 1,5% con 330. La consejera de Salud, Nekane Murga, lo vinculó ayer a los test PCR que se realizan a aquellos que han tenido contacto con personas contagiadas. «Antes a los que no tenían síntomas o a contactos estrechos no se les realizaba la prueba», solo se aislaban, explicó, a la vez que aclaró que la mayoría de estos jóvenes son «asintomáticos» y que se han contagiado «por contactos familiares dentro del domicilio o en reuniones y fiestas familiares», no en sus relaciones sociales con amigos. Pero advirtió seriamente de ese peligro. Murga recordó que el de los jóvenes es un colectivo «que no tiene sentimiento de riesgo», pero que pueden constituir «un vehículo de infección y pueden llevar la enfermedad a sus casas» y provocar transmisión comunitaria, si el contagio es en grandes multitudes difícilmente rastreables.

De los seis nuevos contagios que se registraron el viernes en Euskadi tres son menores de 20 años. De estos casos tres pertenecen a Gipuzkoa, uno de los cuales se ha localizado en Aia y se investiga por su posible relación con el foco de Aia-Orio, que hasta el momento suma 17 personas contagiadas. Los otros dos positivos se han dado en Donostia y Ordizia, y en Altzo permanece activo un foco de tres personas de la misma familia. Murga aseguró que los dos brotes guipuzcoanos «están controlados» e indicó que están «satisfechos» por la evolución que han tenido durante esta semana, desde que se detectaran hace 7 días. Asimismo confirmó que los focos de los hospitales de Basurto y Txagorritxu se dan por «cerrados». «La detección precoz y el rastreo de los contactos» de las personas contagiadas «son claves para evitar la propagación del virus», señaló.

Los otros tres positivos confirmados el viernes pertenecen a Álava, por lo que Bizkaia no sumó nuevos casos. Además, los test rápidos arrojaron 62 positivos, lo que indica que son personas que han generado anticuerpos contra el virus y por tanto podrían haberlo pasado sin síntomas. La parte negativa es que hay que lamentar otros dos fallecidos por coronavirus en Euskadi.

Desde que se inició la crisis sanitaria, Osakidetza ha confirmado un total de 20.917 casos positivos y 1.611 víctimas. Actualmente hay seis personas que permanecen ingresadas en la UCI en los hospitales vascos, una menos que el día anterior, y otras 30 personas se han curado y están libres del virus, lo que suma ya 13.727 personas que han superado la enfermedad en Euskadi, un 65,6% del total de contagiados.

A pesar de que la mayoría de los nuevos contagios se estén produciendo dentro del ámbito hospitalario o familiar, como es el caso de los dos focos guipuzcoanos, la consejera de Salud advirtió de que aunque «de momento no tenemos» casos por contactos en el ámbito social, «el riesgo existe». Y en ese sentido mostró una especial preocupación por lo que pueda ocurrir en verano por las aglomeraciones en las fiestas, pese a su cancelación. «Hemos visto lo que ha ocurrido en fiestas al aire libre o en sitios cerrados. Aunque sean reuniones al aire libre, hay espacios comunes, zonas por las que las personas pasan y hay proximidad. Eso ha ocurrido en otros sitios y el riesgo lo tenemos también en Euskadi», aseguró la consejera.

Murga incidió en que un contagio en una fiesta podría dar lugar a una expansión del virus que sería muy difícil de controlar, a diferencia de los focos que se han dado hasta ahora. «Una transmisión no controlada entre personas hace muy difícil controlar un foco. Si un contagio se diera en una fiesta en la que interactúan personas que luego no podemos localizar, y si son jóvenes asintomáticos, pondría en peligro al conjunto de un municipio, de un área o incluso un territorio. Nos estamos jugando la salud», recalcó la consejera.

No obstante, se felicitó por que los datos más recientes en Euskadi «muestran que la población es responsable, pero debemos prevenir». «El sistema sanitario tiene una situación alejada de la de meses atrás, pero esto no nos debe hacer bajar un milímetro la responsabilidad individual y colectiva», insistió Murga. «El Covid no está de vacaciones».

Esa responsabilidad personal a la que apela será la que marque la evolución del virus en los próximos meses, en los que Salud señala que «vayamos donde vayamos, hay tres elementos que no debemos olvidar: la mascarilla, la distancia entre personas y el lavado frecuente de manos».