«El aborto nunca es gratis, ni personal ni psicológicamente»
«En Euskadi hay altas tasas de repetición en la misma mujer que se podrían reducir facilitando el acceso a los métodos anticonceptivos», dice
Euskadi suspende en cuanto a salud sexual se refiere, así se desprende de un estudio de la Sociedad Española de Contracepción. Su presidente, el ... ginecólogo del Hospital de Basurto José Cruz Quílez, achaca una falta de formación entre la población y más programas específicos entre profesionales.
–En el último congreso de la Sociedad Española de Contracepción se aseguraba que Euskadi está «muy lejos» de cumplir los planes fijados en la ley de Salud Sexual y Reproductiva en lo referente a accesibilidad, equidad, financiación y formación. ¿A qué se debe?
–En el País Vasco tenemos unas condiciones de salud sexual y reproductivas más o menos básicas. Las competencias en salud están transferidas a las comunidades y estas pueden modificar todo aquello que marcan a nivel nacional. ¿Qué es lo que ocurre? Que hay comunidades que han desarrollado mucho la parte de salud sexual y reproductiva, como pueden ser Aragón, Valencia o Asturias, y nosotros nos hemos ido quedando a la cola tanto en formación, como en información y financiación de métodos.
–Habla de falta de formación. ¿Entre los profesionales?
–Los profesionales que trabajan en salud sexual, en general, están formados, pero, específicamente, podría haber programas más concretos. Lo que nos ocurre en el País Vasco es que es una zona donde hay mucha heterogeneidad. Hay muchos actores que intervienen en la salud sexual y reproductiva, desde el médico de Atención Primaria, a la matrona o a los ginecólogos, que favorecen un poco a ello.
Sus frases
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Salud sexual en Euskadi «La heterogeneidad que hay hace que en algunas zonas accedas más rápido que en otras a los métodos anticonceptivos»
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Preservativo «Es un método que protege mal ante el embarazo y muy bien ante las infecciones de transmisión sexual»
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Reforma de la Ley del Aborto «Si se llega a poder desarrollar sería un impulso muy importante a los derechos sexuales, sobre todo de las mujeres»
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Regla incapacitante «No tengo ni idea cómo se puede determinar y me parece muy difícil de establecer en qué personas sí y en cuáles no»
–¿Qué consecuencias está teniendo eso?
–Que en unas zonas puedas acceder a los métodos anticonceptivos o al consejo contraceptivo mucho más rápido que en otras.
–¿Falta también formación entre la ciudadanía?
–La población, en realidad, no sé yo si conoce realmente los métodos anticonceptivos. O si los conoce, seguimos teniendo muchos prejuicios en muchas cosas. Por ejemplo, el método anticonceptivo más utilizado en España es el preservativo y eso no cambia en las encuestas que hacemos. ¿Por qué? Ni idea. La sensación que tengo es que la gente usa el preservativo mayoritariamente para no recibir consejo. Cuando eres chaval sabes un poco lo que te han contado en casa o en el cole, pero hay muy poca gente que va al médico a recibir consejo. Entonces, se utiliza el preservativo con una razón de protección de ITS y del embarazo, aunque es un método que protege mal ante el embarazo y muy bien ante las infecciones de transmisión sexual.
–¿Cuáles son los más eficaces?
–Las sociedades científicas hablan de los LARC (anticonceptivos reversibles de larga duración), que son los métodos con los que el usuario tiene que interactuar menos. Es el caso del DIU hormonal. Te lo colocas y te olvidas de él. Son los más efectivos que hay pero no los usa nadie hasta que no tiene hijos, cuando todas las sociedades los recomiendan para mujeres nulíparas.
–¿Qué supone la reforma de la ley de Salud Sexual y Reproductiva?
–La cuestión no es lo que recoge el texto, que lo he leído detenidamente y esta muy bien, pero se tiene que poder desarrollar, como no pasó con la de 2010. Si se pudiese, sí sería un impulso muy importante en los derechos sexuales, sobre todo el de las mujeres.
–La ley pretende garantizar el derecho al aborto en un centro público. ¿Están preparados?
–Preparados desde luego no estamos. Otra cosa es que una vez se apruebe la ley, se generen mecanismos para que eso se consiga. Entiendo que el espíritu de la nueva ley es obligar a dos cosas. Por un lado, a todas aquellas comunidades autónomas donde la gente se tenía que desplazar a que asuman esas interrupciones y, por otro, a favorecer el aborto farmacológico porque la posibilidad que tienen los centros públicos de asumir este tipo de interrupciones principalmente es por la vía farmacológica.
–¿Es una opción mejor para las mujeres?
–Las dos opciones de interrupción del embarazo tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Todas las interrupciones quirúrgicas tienen sus riesgos, que son muy pequeños y están muy bien controlados, pero las complicaciones no dejan de estar ahí. La farmacológica te evita esa cirugía, la anestesia... En definitiva, todo ese proceso que es un poco más traumático.
–¿Qué pasa si en uno de estos centros todos los médicos se declaran objetores de conciencia?
–Que no se podrá realizar la interrupción del embarazo. Esto es un poco lo que ocurre en otras comunidades, que no hay clínicas concertadas para la realización de este servicio y la mayor parte o toda la plantilla de un centro público objeta. Por eso, se quiere realizar un registro, pero tiene que ser previo, por escrito e individual.
–¿Se puede caer en el error de entender el aborto casi como un método conceptivo más?
–No, desde luego que no. La interrupción voluntaria del embarazo no es gratis de ninguna manera, ni desde el punto de vista personal ni psicológico. La gente no interrumpe como una opción anticonceptiva. Lo que pasa es que habría que facilitar más las opciones anticonceptivas.
–¿Tenemos acceso a los métodos de última generación?
–No, por una cuestión económica. Habría que destinar una partida y eso siempre es complicado. En Euskadi tenemos altas tasas de abortos de repetición, que una misma mujer aborta más de una vez. Quizá se podría pensar en la manera de favorecer que la mujer que se someta a una interrupción tenga una muy fácil accesibilidad a un método anticonceptivo altamente efectivo.
–¿Se antepone lo monetario a lo sanitario?
–Negarlo es ir contra natura. Pero hay que argumentarlo de forma correcta porque una intervención económica en un punto de la cadena puede favorecer el proceso y ahorrar dinero en otro. –¿Cómo se determina que una regla es incapacitante?
–No tengo ni idea y me parece un tema muy complicado de abordar. Me parece difícil establecer en qué persona sí y en cuál no, es muy complicado. Lo que la ley recoge es la dismenorrea secundaria; es decir, dolor menstrual incapacitante, pero secundario a una patología ya diagnosticada, como puede ser la endometriosis o adenomiosis. Pero hay personas que tienen dismenorreas primarias, gente que le duele la regla pero a las que no se les ha diagnosticado nada. ¿Cómo se puede llevar esto a cabo? Es complicadísimo. Lo que pasa en estos casos es que siempre que se hace la ley, se hace la trampa.
«Empieza a ser una urgencia vacunar a los niños del papiloma»
-Salud informaba recientemente que en Euskadi han crecido las infecciones de transmisión sexual ¿Cuál es la razón?
-No sabemos a qué se debe. Las ITS han crecido exponencialmente, pero en todo el Estado. Partiendo de la premisa de que nosotros usamos mayoritariamente el preservativo, ¿esto qué quiere decir? Que no lo usamos bien. También puede venir dado porque hay una mejor detección de las infecciones. Los métodos de detección, desde los cultivos previos a las PCR actuales, nos permiten detectar con mucha más precisión infecciones subyacentes.
-Detectamos mejor, ¿pero lo hacemos a tiempo?
-En ciertas ocasiones sí y en otras no. No se ha establecido aún si es beneficioso hacer cribados de ITS o no. Pero qué duda cabe que en la mayor parte de las ocasiones, cuando intentamos hacer detección de ITS, es porque la gente está sintomática. Hay que estudiar cuál es realmente la mejor estrategia y si realmente la evidencia científica nos dice que hay un beneficio, desde luego que hay que implantar esos cribados.
-¿Es partidario de ampliar la vacunación contra el papiloma humano también en chicos?
-Esto es una falta de equidad morrocotuda. El ámbito de aplicación de la vacuna la comprendo desde el punto de vista de la administración, pero ¿y los niños? También obtienen un beneficio al vacunarse y vacunando a los varones hay una inmunidad de rebaño mucho mayor. En Australia se hizo un estudio piloto vacunando a toda la población y se vio una caída dramática de más del 85% en la incidencia de verrugas, que es uno de los impactos que puede medir si la vacuna funciona o no.
-¿Por qué ante esta evidencia científica no hemos actuado?
-Dinero. Vacunar a las chicas supone un dinero, y hacerlo a las chicas y a los chicos más dinero. El tema económico no lo podemos perder de vista. Cada vez hay más razones de peso para abordar este aspecto y creo que ya empieza a ser una necesidad urgente. No solo por salud, si no por una equidad que intentamos que se establezca.
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