30.000 vascos reacios a vacunarse cambian de opinión forzados por las restricciones

El pase entró en vigor en el País Vasco el fin de semana del 4 de diciembre. Su objetivo era fomentar la inmunización de la mayor cantidad posible de esa población, aún reacia a los preparados, ante la mala marcha de la pandemia. Los hechos han demostrado que esta medida carecía de utilidad para frenar los contagios. Lo que sí ha logrado es que estos casi 30.000 vascos que han cambiado su opinión estas últimas semanas sobre las vacunas estén ahora mucho más protegidos frente al virus y tengan un riesgo menor de acabar ingresados.

Pero la exigencia del pasaporte para la mayoría de actividades de ocio no ha logrado que se vacunen todas las personas que hubiera deseado el Gobierno Vasco. Aún hay 143.715 'negacionistas' mayores de 12 años que han desoído las reiteradas llamadas de Osakidetza. No han recibido ni una sola dosis, según los datos publicados este pasado jueves en el último boletín de vacunación publicado por el Departamento de Salud. Esta cifra se eleva aún más –hasta los 166.472– si se incluyen a los que aún no cuentan con la pauta completa. Estos últimos representan el 8,4% de la población vasca mayor de doce años.

Dentro de este porcentaje hay un pequeño grupo de personas que tienen los preparados contraindicados por motivos de salud, otro que aún no han recibido la segunda dosis y un tercero que iniciaron el proceso pero no lo acabaron. Aunque el grueso es el cuarto, el que está formado por ciudadanos que tienen claro que no se van a inmunizar. Según una encuesta publicada el pasado 15 de diciembre por el Instituto de Salud Carlos III y realizada entre población no vacunadas, el 60% de los consultados aseguraron no tener intención alguna en inocularse en el futuro.

Entre los que sí iniciaron el proceso pero no lo han completado Sanidad incluye al 26,8% de las 99.129 personas en Euskadi a las que se les administró la monodosis de Janssen y no han recibido un pinchazo de refuerzo. Se trata de una cifra hasta esperable porque este suero se empleó para inmunizar, además de a población general mayor de 40 años, a colectivos de difícil acceso y gran movilidad como indigentes, migrantes o marineros.

Osakidetza tiene en marcha otras dos líneas principales de la campaña. Una es la de los niños de entre 5 y 11 años. Los primeros sueros pediátricos se pincharon el 15 de diciembre y en dos semanas se habían inoculado 46.490 inyectables. Según los datos publicados este pasado jueves por el Departamento de Salud, uno de cada tres pequeños vascos de esta edad cuentan ya con la profilaxis inicial. Esta primera semana de enero se espera la llegada de un nuevo envío de viales que garantice la continuidad del proceso.

La otra línea de la campaña es la que se refiere a las dosis de refuerzo al resto de la población, algo que se hace por edades. Osakidetza ha logrado ya apuntalar la inmunidad del 80% de los vascos mayores de 60 años. Y ha cogido ritmo con los de 50 a 59. Más de 100.000 personas de esta generación cuentan con el pinchazo extra. Según el Ministerio de Sanidad, Euskadi es la cuarta comunidad que más rápido avanza con esta década, solo superada por Galicia, Extremadura y Asturias.